Las devastadoras llamas que han consumido barrios enteros en la ciudad de Los Ángeles, en Estados Unidos, se propagan cada vez más lejos, impulsadas por fuertes vientos que alcanzan más de 150 kilómetros por hora.

Sin embargo, los científicos llaman a diferenciar entre los vientos que están causando los incendios actuales y aquellos de sexta generación, que también son comunes en California.

Los actuales son vientos catabáticos, también conocidos como los vientos de Santa Ana, y consisten en corrientes de aire recalentado que provienen desde el interior del continente y empujan hacia la costa de California.

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Así, se producen los incendios que en realidad son fuegos dispersos y esparcidos por las corrientes de vientos a través de ramas enteras de árboles incendiadas.

Vientos del Santa Ana

De acuerdo al medio National Geographic y con información del Servicio Meteorológico Nacional, los vientos del Santa Ana son vientos secos que proceden de la región seca y desértica del suroeste de Estados Unidos.

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Debido a su velocidad y a su falta de humedad, aumentan el riesgo de los incendios forestales. Además, se producen principalmente en los meses más fríos, entre septiembre y mayo.

Estos vientos recalentados al llegar a Los Ángeles cuentan con unos indices de humedad de entre el 10-15 % cuando lo habitual seria 30-40 %.

Combinados con la abundante vegetación seca en algunas zonas de Los Ángeles, los vientos del Santa Ana formaron las condiciones ideales para que las llamas se propaguen por la ciudad.

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Incendios de sexta generación

En California también se dan incendios de sexta generación, que se caracterizan en cambio por la formación de un pirocúmulo (por nubes de desarrollo vertical por el ascenso del aire caliente y el humo de los grandes incendios forestales).

Este pirocúmulo acaba desplomándose en los meses de verano en Estados Unidos, es decir, cuando hace más calor.

Los incendios de sexta generación se conocen además como ‘megaincendios’, ya que afectan a enormes cantidades de hectáreas, son de alta intensidad y de rápida propagación.

Pero, es el origen de estos incendios lo que marca la diferencia con los actuales incendios en Los Ángeles, formados por los vientos de Santa Ana. (I)