Un grupo de investigadores de la Universidad de Aeronáutica y Astronáutica de Nankín, en China, desarrolló un generador hidrovoltaico flotante capaz de transformar la energía de las gotas de lluvia en electricidad renovable, un avance que podría cambiar la forma en que se aprovechan los recursos hídricos en regiones con alta pluviosidad.
El dispositivo, llamado generador hidrovoltaico integrado en agua (W-DEG, por sus siglas en inglés), utiliza cuerpos de agua, como lagos y embalses, para su soporte físico y como componente eléctrico. Así lo reveló el estudio, publicado en la revista National Science Review.
De esta forma, se elimina la necesidad de metales o estructuras rígidas.
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A diferencia de los sistemas tradicionales, que requieren una base sólida y electrodos metálicos, el W-DEG flota directamente sobre la superficie del agua.
Cuando una gota de lluvia impacta sobre su película dieléctrica, las propiedades naturales del líquido permiten que la energía cinética se convierta en electricidad. Los iones presentes en el agua actúan como portadores de carga, lo que genera una corriente eléctrica estable y eficiente.
Según el profesor Wanlin Guo, líder del equipo de investigación, “al permitir que el agua desempeñe tanto funciones estructurales como eléctricas, hemos desbloqueado una nueva vía para la generación de electricidad a partir de gotas de lluvia, que es ligera, rentable y escalable”.
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El diseño reduce el peso de los materiales en un 80 % y disminuye los costos de fabricación a casi la mitad en comparación con los generadores convencionales, sin sacrificar rendimiento: cada gota puede generar alrededor de 250 voltios, una cifra comparable a la de los sistemas con electrodos metálicos.
Entre sus ventajas, el generador no requiere materiales pesados ni ocupa espacio terrestre, lo que lo hace ideal para entornos urbanos densos o regiones con escasez de terreno.
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Para evitar que el agua acumulada afecte su funcionamiento, los investigadores incorporaron microorificios de drenaje que permiten el flujo descendente del líquido, manteniendo la superficie despejada incluso durante lluvias intensas.
El equipo presentó un prototipo de 0,3 metros cuadrados, el mayor de su tipo hasta la fecha, capaz de alimentar 50 luces LED simultáneamente y cargar pequeños capacitores en minutos. Estas pruebas demuestran el potencial del sistema para proveer energía a dispositivos electrónicos de baja potencia o sensores ambientales.
En el futuro, los científicos prevén su instalación en lagos, embalses y zonas costeras para generar energía renovable sin ocupar tierra firme. También podría utilizarse en sistemas de monitoreo ambiental, midiendo la calidad del agua, la salinidad o la contaminación. (I)




















