El próximo 30 de septiembre, la Iglesia católica tendrá 21 nuevos cardenales, de los cuales cinco serán sudamericanos. Si bien el anuncio de la incorporación se realizó en agosto pasado, el evento tendrá lugar a finales de este mes.

Establecido en 1150, el Colegio Cardenalicio está conformado por los cardenales de la Iglesia romana y dentro de sus funciones está el elegir a los pontífices que la dirigen. Además asisten al papa tanto colegialmente como personalmente a través de oficios que se les designen.

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De acuerdo con el Derecho Canónico, el Colegio está dividido en tres órdenes: episcopal, presbiteral y diaconal. “A cada cardenal de la orden presbiteral y diaconal el romano pontífice asigna un título o diaconía de la urbe”, se especificó.

Cinco nuevos cardenales tendrá Sudamérica en septiembre, tres tendrán derecho al voto para elegir al próximo papa

Es facultad del papa el elegir libremente a quienes sean promovidos a cardenales, aunque ellos deben ser varones que hayan recibido al menos un prebisterado y que se destaquen notablemente. “Los que aún no son obispos deben recibir la consagración episcopal”, se explicó.

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La designación se hace por decreto y se hace pública ante el Colegio.

La Santa Sede explicó que los cardenales surgieron de las 25 iglesias cuasiparroquiales de Roma. Para 1150, el Colegio Cardenalicio contaba con un decano y un camarlengo, aunque casi un siglo antes eran electores exclusivos del papa.

Sixto V fijó el número de cardenales en 70, aunque esto fue derogado en 1958 por Juan XXIII. Fue Pablo VI quien determinó que al cumplir los 80 años de edad los cardenales cesarán “de ser miembros de los dicasterios de la curia romana y de todos los organismos permanentes de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano; y pierden el derecho de elegir al romano pontífice y, por ende, también el derecho de entrar en cónclave”.

Actualmente son 221 los cardenales que integran el Colegio, sin embargo, tan solo 119 tienen derecho al voto. De este grupo, 9 fueron nombrados por Juan Pablo II, 29 durante el pontificado de Benedicto XVI y 81 durante el de Francisco.

Cardenal Carlos María de la Torre. Foto: Conferencia Episcopal Ecuatoriana

Cinco sacerdotes ecuatorianos han integrado el Colegio Cardenalicio. El primero en ser nombrado cardenal fue Carlos María Javier de la Torre y Nieto, quien recibió la designación por Pío XII el 12 de enero de 1953, a sus 79 años. Participó en el cónclave de 1958 y murió la madrugada del 31 de julio de 1968, a los 94 años.

El segundo sacerdote ecuatoriano en recibir esta distinción fue Pablo Muñoz Vega. El papa Pablo VI lo hizo el 29 de marzo de 1969, a sus 65 años. Participó en la elección de Pablo I, en el cónclave de agosto de 1978, y de Juan Pablo II, en octubre de ese año también.

Pablo Muñoz Vega fue el segundo ecuatoriano en recibir esta designación. En 1994 fue nombrado Bernardino Echeverría.

Falleció el 3 de junio de 1994, a los 91 años.

El tercer sacerdote en ser designado cardenal fue monseñor Bernardino Echeverría Ruiz, quien el 26 de noviembre de 1994 fue nombrado por Juan Pablo II a los 82 años y ya no podía participar en el cónclave para la elección de un nuevo papa. Murió el 6 de abril del 2000, a los 87 años.

El exarzobispo de Guayaquil monseñor Bernardino Echeverría Ruiz.

Los cardenales nombrados más recientes han sido monseñor Antonio José González Zumárraga, quien fue promovido como cardenal por Juan Pablo II el 21 de febrero del 2001 con el título de Santa María del Camino.

Murió el 13 de octubre del 2008 a los 83 años y no votó en la elección de Benedicto XVI en el 2005.

Cardenal Antonio José González Zumárraga. Foto: Conferencia Episcopal Ecuatoriana

El último cardenal fue Raúl Vela Chiriboga, quien recibió de Benedicto XVI la distinción el 20 de noviembre de 2010, a los 76 años.

Cardenal Raúl Eduardo Vela Chiriboga.

Fue parte de los electores que eligieron al papa Francisco en el cónclave del 2013. Falleció el 15 de noviembre de 2020, a los 86 años. (I)