El próximo 5 de noviembre se celebrarán las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el país del norte cuenta con seis candidatos a la Presidencia. Además de la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, existen otros cuatro candidatos independientes: Cornel West, Jill Stein, Chase Oliver y Claudia de la Cruz.

Los votantes estadounidenses no escogen directamente a su candidato, sino que votan por un compromisario o electores dentro de cada estado. Estos serán los que emitirán los votos electorales en nombre de los votantes. El ganador es aquel que obtiene una mayoría absoluta de votos electorales, que puede no corresponderse con el voto popular. En total hay 538 compromisarios que conforman el Colegio Electoral.

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Unos 240 millones de personas tienen derecho a voto en Estados Unidos el próximo 5 de noviembre, elecciones en las que además de decidir al futuro presidente, se renovará la Cámara de Representantes en su totalidad y una tercera parte del Senado.

Si bien los votantes esperan que los resultados estén el mismo día de las elecciones, en los últimos años esto no se ha logrado concretar, pues no todos los votos han sido recibidos al cierre de los comicios. Los resultados que informan las autoridades electorales la noche del día de las elecciones nunca son los resultados finales.

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La Constitución permite que los estados establezcan sus propias reglas y plazos sobre cuándo y cómo se pueden contar los votos. Por ejemplo, en algunos estados, las boletas de voto por correo deben recibirse hasta el día de las elecciones para que se cuenten, mientras que en otros estados se pueden contar estas boletas siempre y cuando tengan el sello postal fechado al día de las elecciones o antes.

Algunas boletas que se envían el día de las elecciones o antes requieren más tiempo de verificación. Por ejemplo, en muchos estados, el personal electoral debe notificar al votante si hay errores en el sobre de la boleta de voto por correo y darle el tiempo para corregir el error. (I)