Los pasajeros de fuera de la Unión Europea (UE) tuvieron que hacer este martes colas de más de hora y media en el aeropuerto de Lisboa con motivo de un alto volumen de vuelos y del nuevo Sistema Europeo de Entradas y Salidas (EES, siglas del inglés ‘Entry Exit System’), que entró en funcionamiento este pasado domingo.
El director nacional adjunto de la Policía de Seguridad Pública portuguesa (PSP), João Ribeiro, explicó en declaraciones al canal portugués RTP que estas colas se produjeron en “un día crítico”, en el que se registraron dificultades tecnológicas y una cantidad personal insuficiente.
“Hay un desafío que se presenta en términos tecnológicos, el tiempo de procesamiento de frontera aumentó sustancialmente, y no lo conseguimos... O sea, para tener los niveles de respuesta de hace un año, se tendrían que duplicar los puestos que existen en frontera para garantizar los mismos tiempos. Como no hay espacio en el aeropuerto, no podemos hacerlo”, afirmó el responsable.
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Según medios locales, estas esperas en los controles se registraron mayoritariamente para las salidas del país.
Esta situación se produce al día siguiente de que el Sistema de Seguridad Interna (SSI) luso informara de que el EES había sido puesto en marcha “con éxito” en Portugal y que en el primer día habían notificado el paso de 10.774 personas.
En un comunicado conjunto, el SSI, la Guardia Nacional Republicana y la PSP precisaron que el domingo 10.749 personas fueron registradas en los aeropuertos portugueses y 25 en fronteras marítimas, “confirmando el éxito y eficacia de la implementación nacional”.
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Los 29 países europeos que forman parte del espacio Schengen —todos los de la Unión Europea, salvo Chipre e Irlanda, así como Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein— empezaron este domingo a emplear de forma gradual el sistema EES, que recoge de forma automatizada datos biométricos del rostro y las huellas dactilares de ciudadanos de terceros países que entran en este espacio. (I)