En las últimas horas se dio a conocer que la compañía AstraZeneca había admitido que su vacuna contra el COVID-19 podría presentar un efecto secundario poco común.

Esto se dio a través de documentos judiciales en la demanda colectiva que establecieron varias personas en Reino Unido.

La vacuna contra el COVID-19 de la farmacéutica fue elaborada con la Universidad de Oxford y presentó efectos secundarios lo que derivó en la muerte y lesiones graves.

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De acuerdo al portal The Telegraph, la vacuna presentó un efecto secundario que ha dejado secuelas en familias como el caso de un padre de dos hijos que tuvo una lesión cerebral permanente.

Pese a que la farmacéutica ha impugnado estas acusaciones, aceptó a través de un documento legal ante el Tribunal Superior en febrero, que la vacuna “puede, en casos muy raros, causar TTS”, esto quiere decir síndrome de trombosis con trombocitopenia.

Se presentaron 51 casos ante el Tribunal y se estima que la indemnización rondaría hasta las 100 millones de libras esterlinas.

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Meses después la farmacéutica le dijo a los abogados del hombre que no aceptaban que “el TTS sea causado por la vacuna a nivel genérico”. (I)