El Gobierno del nuevo presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, prevé retirar el subsidio a los combustibles “de una forma ordenada” para evitar su desvío al contrabando y garantizar el abastecimiento, afirmó este sábado José Luis Lupo, miembro del equipo económico del mandatario.
“Se va a levantar (el subsidio) de la mejor forma posible. No podemos seguir fomentando que el combustible se lo lleven de contrabando y se favorezcan unos cuantos sinvergüenzas. Se va a levantar el subsidio de una forma ordenada y protegiendo a los más vulnerables”, declaró a los medios, entre ellos EFE.
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Lupo, quien no dio detalles sobre la medida, señaló que la subvención al diésel y la gasolina la paga toda la población boliviana, pero que no genera beneficios para el país, sino para la reventa en mercados vecinos a precios más altos.
En Bolivia, el litro de gasolina y diésel está subsidiado por el Estado desde hace más de dos décadas, por lo que cada litro cuesta algo más de 3,70 bolivianos (0,54 dólares), lo que representa un gasto anual superior a 2.000 millones de dólares.
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El asesor económico explicó que el retiro del subsidio está vinculado con la “consolidación fiscal”, la “reducción del déficit”, la “sostenibilidad de la deuda externa”, la “estabilidad financiera” y, principalmente, el abastecimiento de combustible.
Lupo indicó que la nueva Administración de Paz tomará las medidas económicas “con sentido de urgencia” e “inmediatamente”, aunque evitó precisar si serán graduales o parte de un “shock” de ajustes.
Añadió que la búsqueda de la “estabilidad” de la economía boliviana no se limita al ámbito financiero, cambiario o de precios, sino que también es “social” a partir de “mecanismos de protección a los más necesitados”.
Este experto integró la delegación que acompañó recientemente a Paz en su visita a Estados Unidos, donde sostuvieron reuniones con altos funcionarios de la Administración de Donald Trump y con ejecutivos de organismos multilaterales para abordar la crisis económica que atraviesa el país.
Lupo es economista y fue ministro en cinco ocasiones durante las presidencias de Jaime Paz Zamora (1989-1993), Hugo Banzer (1997-2001) y Jorge Tuto Quiroga (2001-2002).
Entre 1994 y 1998 trabajó en la entonces Corporación Andina de Fomento, actual CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe , y desde 2002 desempeñó distintos puestos en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), llegando a ser representante del organismo en países como Argentina, Brasil y Colombia y su gerente para el Cono Sur.
Bolivia sufre una sostenida falta de divisas desde inicios de 2023, coincidente con la caída de las reservas internacionales netas (RIN). Desde el año pasado, enfrenta además constantes crisis de desabastecimiento de combustibles que han provocado el alza de precios.
Paz se convirtió este sábado en el presidente número 74 de Bolivia y recibe el país en medio de una crisis económica marcada por la falta de divisas, la escasez de combustibles y la inflación.
En su discurso de posesión, afirmó que el país que recibe “está devastado”, con la economía “quebrada” y “un Estado paralizado, un monstruo burocrático incapaz de servir al pueblo”.
También lamentó las “filas interminables” de vehículos en busca de combustible, los “mercados vacíos” y los “salarios que no alcanzan”, en alusión a los resultados de los Gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce (2020-2025). (I)