El conflicto entre Rusia-Ucrania aún no termina, y Yura Nechyporenko, un adolescente de 15 años, podría ser uno de los testigos claves en los juicios a los militares rusos por los crímenes de guerra y la matanza de civiles en Ucrania.

En una calle solitaria de Bucha, a las afueras de la capital, en Kiev, el joven ucraniano presenció y escuchó morir a su padre mientras este se mantuvo quieto tumbado sobre el asfalto.

Los momentos traumantes que vivió Yura Nechyporenko en Ucrania

Según reseñó Infobae, Yura y su padre, Ruslan, de 47 años, pasaban en bicicleta por una calle rodeada de árboles. Ellos querían visitar a unos vecinos que se encontraban refugiados en sótanos y casas sin electricidad ni agua, en una zona vulnerable a los ataques rusos.

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Para identificar que iban en paz, amarraron una tela blanca a las bicicletas. Sin embargo, un soldado los vio y salió de un camino de tierra para detenerlos. Padre e hijo se detuvieron de inmediato y levantaron las manos para demostrar que no iban armados.

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El uniformado les preguntó: “¿Qué hacen?”, pero el padre de Yura no tuvo tiempo de responder cuando se escucharon dos disparos y el joven vio caer a su progenitor ensangrentado.

Los proyectiles también alcanzaron al adolescente

Mientras estaba boca abajo en el asfalto cerca de su padre ya fallecido, Yura sintió un dolor en el codo, pues, una bala le había rozado esa parte del cuerpo. También le ardía el pulgar, donde otro proyectil lo alcanzó.

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Nechyporenko se salvó debido a que permaneció inmovil y hacía ver como si estuviera sin vida. No obstante, algunos otros sobrevivientes contaron cómo los soldados rusos les dispararon cerca de los pies o los amenazaban con granadas.

Yura y su familia salieron de Bucha al día siguiente del suceso, en una de las pocas oportunidades de irse por un corredor de evacuación.

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Las tumbas se multiplican en el cementerio de Bucha, Ucrania. EFE/EPA/ANDRII NESTERENKO Foto: ANDRII NESTERENKO

Juicios por crímenes de guerra

Este extraordinario caso de Yura, quien aún sigue con vida y ya se encuentra a salvo, llama la atención de los expertos en la justicia internacional, pues solo en Bucha, 31 menores de 18 años murieron y 19 resultaron heridos de gravedad.

“Todos los niños fueron asesinados o heridos de forma deliberada, dado que los soldados rusos dispararon de forma deliberada a autos que evacuaban con carteles de “NIÑOS’”y con tela blanca atada, y dispararon de forma deliberada a las casas de civiles”, dijo a The Associated Press el fiscal jefe de la región, Ruslan Kravchenko.

Por su parte, el fiscal de la Corte Penal Internacional anunció en marzo que las investigaciones de crímenes contra niños en particular recibirán apoyo de un nuevo fondo.

Se considera que debido a los traumas que los niños y adolescentes viven en esos momentos, son demasiado vulnerables para declarar o su memoria les falla.

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Pero, el caso de Yura es diferente, porque a pesar de haber salido herido, el joven recuerda los detalles de los hechos y podría hacer una declaración si los funcionarios lo saben llevar. (I)

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