Diecisiete venezolanos fueron condenados a penas de cárcel por entrar ilegalmente en territorio de Trinidad y Tobago violando la Ley de inmigración y el reglamento de salud pública, tras comparecer este domingo ante un tribunal local.

Los diecisiete venezolanos recibieron penas que van desde 14 días hasta seis semanas de prisión, según informó la Policía de Trinidad y Tobago en un comunicado.

Los guías del grupo, identificados como Eliomar Daniel Malalu Sotollio y Johanson José Jaimez Carpios, fueron acusados adicionalmente por ayudar e incitar a los demás a entrar ilegalmente en el país caribeño y por conducir un vehículo de motor sin el permiso correspondiente.

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El grupo fue arrestado el 21 de marzo por agentes de la División Sudoeste de la Policía de Trinidad y Tobago, y la Patrulla de Respuesta a Emergencias (ERP, en inglés).

Ese día, los agentes realizaban una labor de patrulla en la localidad de Siparia, al sur de la isla de Trinidad.

Durante la patrulla detuvieron un automóvil modelo Toyota Corolla verde conducido por Sotollio y un Nissan Tiida con Carpios al volante.

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En los detenidos constan niños

Había cinco hombres, cuatro mujeres y dos bebés entre los dos vehículos, todos los cuales fueron arrestados después de que no pudieron proporcionar evidencia de que habían ingresado legalmente en el país.

Con base en la información recibida, los agentes se dirigieron por la carretera número 1 de Siparia, donde encontraron al resto de venezolanos, quienes tampoco pudieron aportar pruebas de su entrada legal al país y fueron detenidos.

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Por otro lado, el Ministerio de Seguridad Nacional confirmó hoy que ciento setenta y ocho ciudadanos venezolanos fueron repatriados a su país el viernes por la noche.

La operación fue dirigida por la División de Inmigración, la Guardia Costera de Trinidad y Tobago, en colaboración con las autoridades de Venezuela.

178 venezolanos han sido repatriados desde el país

Los 178 venezolanos, incluidos varios niños, partieron de un barco desde el helipuerto de Chaguaramas, con el consentimiento de las autoridades venezolanas.

El 27 de febrero, un vuelo de repatriación de Piarco a Caracas, organizado por el Gobierno venezolano, llevó de vuelta a su casa a otras 96 personas de ese país.

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El deterioro de la situación en Venezuela ha hecho que cada vez más personas de ese país busquen en Trinidad y Tobago una salida a sus problemas, una tendencia seguida por miles de personas.

El Gobierno de Trinidad y Tobago concedió a finales de marzo 6 días hábiles adicionales a los venezolanos que viven en el país caribeño y que no habían completado todavía los datos necesarios para actualizar sus permisos de residencia, tras advertir de que quienes no concluyan el proceso estarán sujetos a deportación.

El proceso inicialmente estaba establecido para el período del 8 al 26 de marzo y solo se aplicó a los venezolanos con ya tarjetas de registro.

Varias organizaciones locales ayudaron a los venezolanos a organizar sus documentos, especialmente después de los primeros días en los que se quejaron del complejo formulario de solicitud y el temor de ser deportados.

La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) se sumó a las ayudas a los inmigrantes venezolanos con dificultades en el proceso.

El asunto de los venezolanos en Trinidad y Tobago alcanzó especial notoriedad con la muerte de unos 30 ciudadanos del país bolivariano en un naufragio cuando trataban de arribar a las costas del país caribeño en diciembre pasado. (I)