Nota de la Redacción: Reproducimos el pódcast ‘Entre dos’, de EL UNIVERSO, con Daniela Baque, para quienes prefieren leer. También puede verlo en nuestra cuenta de YouTube.


Daniela Baque se metió en los hogares ecuatorianos, a través de la televisión, cuando encarnó a Fátima en la recordada serie ecuatoriana Tres familias, pero además ella es periodista, fotógrafa y madre. Fue nuestra invitada al pódcast Entre dos y en él conversamos sobre la inseguridad de la época en que ella era reportera de crónica roja a lo que se vive en hoy a causa de la delincuencia, también sobre las vicisitudes de los artistas, entre otros temas.

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¿Qué es de tu vida hoy, Daniela?

Bueno, cuando dijiste madre familia, ¡pobre que diga ama de casa!, dije entre mí. En realidad no me gusta esa frase de ama de casa. Toda la vida he peleado por eso, porque digo siempre, por qué una mujer tiene que ser el ama de casa. Es como que tú solamente estás ahí porque dentro de esa casa mandas, porque tienes que hacer las cosas, en realidad no me gusta, pero madre de familia sí.

Estoy feliz, tengo un niño de 13 años, estoy dedicada a él durante todos estos largos meses y ya mismo años que no hay producciones. Y bueno, estoy dedicada a mi hogar, a mis proyectos personales, a prepararme, todo ese tipo de cosas, a estudiar, autoeducarme, a leer.

¿Qué estás estudiando?

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No estoy estudiando nada, estoy leyendo, estoy educándome. Estoy viendo qué hacer, mirando. ¿Sabes qué hago? Estoy mirando más allá de lo que todo el mundo mira, me gusta tanto esta que estoy viviendo.

Y dentro de ver más allá de lo que todo el mundo mira de pronto está definir la diferencia entre lo que es un ama de casa y una madre de familia. ¿Cuál es la diferencia?

Exacto. Esa es una de las cosas. A veces me pongo un poquito necia y me ponen el dedo en la llaga, por ejemplo. ¡Ay, es que ahora es ama de casa! O sea, por qué te catalogan como ama de casa, porque la gente dice ‘es que está haciendo todos los quehaceres domésticos en casa, no trabaja’. La gente ve eso, o sea, entonces eres ama de casa, estás en casa, noooo, trabajas atendiendo a tu familia.

Un trabajo doble además...

Exacto, ese es el prototipo de la mujer que vemos. Si no estás trabajando en una oficina o no estás haciendo un oficio fuera de la casa. Ahora soy madre de familia. Estoy con mi hijo en casa.

Que no dejaste de ser nunca porque sí eres mamá, si estás trabajando fuera de casa y regresas, igual eres madre de familia.

Exacto, toda la vida. Yo no entiendo por qué la gente te encasilla cuando estás haciendo una cosa. A mí me dicen: “tú ya no eres fotógrafa”. Todavía tomo fotos. (O te dicen) “Ya no eres actriz”. Se reía un amigo porque decía el otro día y le pongo en las redes (sociales) a alguien (que decía) ‘ya no eres actriz’ y le digo “usted ya no es madre familia”. ¿Por qué? Porque no la veo con sus hijos. Ya no eres actriz porque no estás en la televisión. En nuestro país tenemos esa idea errada de que si no te ven haciendo lo que creen que eres, deja de serlo. Y no es así. Ahora ando en bus, me asomo a la ventana y me muero de la risa porque estoy viendo cosas que no veía hace muchos años mientras manejaba y estaba pendiente hacia dónde tenía que ir.

Desde otro punto, ¿qué era Fátima?, ¿quién es Fátima dentro de la vida de Daniela y también de los televidentes de la Fátima que vimos y que se hizo tan querida a través de Tres familias?

Bueno, como siempre he dicho, Fátima es pilas, es superavispada, no se queda. Eso tengo, eso se lo heredé a Fátima. El hecho de que Fátima siempre fue una mujer de empuje. La diferencia es que era media sabidona. Daniela Baque no lo es. Ya, pero esa era en sí Fátima.

Me encanta que la gente siempre me pregunte por Fátima, pero, por otro lado, siempre he querido que la gente me pregunte por mí. Agradezco las oportunidades que me han dado, pero siempre le digo a la gente, o sea, detrás de Fátima está Daniela Baque. Y a lado de Daniela Baque hay una historia que contar, hay muchas cosas, lastimosamente en este país, como decía hace un rato, si no eres Fátima no eres nadie, si no eres un personaje específico, te encasillan con ese personaje el resto de la vida y siempre vas a hacerlo y no hay oportunidad de hacer otra cosa.

¿Crees que después de Fátima, de seis temporadas de Tres familias, para las personas que estuvieron ahí o qué hicieron un papel que marcó como el que hacías tú, cambió un poco las circunstancias y se cerraron las puertas de hacer cosas nuevas?, porque tú venías haciendo algo de producción.

Mis inicios fueron ahí. Como todo el mundo sabe, yo empecé de extra en el Combo amarillo y en ¡Así pasa! y bueno me dio un salto a la fama a Tres familias. Así fue, tal cual, gracias a Dios, con la ayuda de mis compañeros, de mis amigos y las recomendaciones, llegué porque no cualquiera llega. Es muy difícil, el mundo del arte, en todas las circunstancias, en nuestro país es muy difícil.

Yo hasta el día de hoy digo que soy una actriz profesional. Digo soy una actriz porque para ser profesional y tener la experiencia de mis compañeros, me falta muchísimo. Pero lo que sí puedo decir así, a pecho adelante, es que soy un artista. Eso sí.

Daniela, pero ¿a qué se debe esto?, ¿falta de oportunidades? ¿A leyes, al medio como tal, a qué se debe?

Todo influye, empezando por el medio que lastimosamente hasta el día de hoy no han muerto esos estereotipos de que tiene que ser superalta, superbonita o como “te califican” en ciertos lugares, clase A, clase B, clase C, o sea, hasta ese punto target A, target B, target C.

Las recomendaciones funcionan entonces...

Sí, lastimosamente para bien mío y para mal de mucha gente, las recomendaciones sí influyen, pero aquí está la parte de uno, que hay normas, leyes, perseverancia y constancia que tú tienes que seguir, porque también si a mí me hubieran dicho sabes qué Daniela, aquí hay esto. Y yo fui un día de extra y esperé dos horas y sabes que no, gracias. Entonces tampoco mañana no me van a llamar.

Pero el talento se se ve a través delproducto que se presenta y por eso, ¿un programa u otro puede tener éxito o no?

Exacto. Por eso digo viene la constancia, las circunstancias y lo que uno finalmente quiere. O sea, yo la pegué, yo la luché, la peleé y finalmente llegué. Y como estamos arriba, a veces también estamos abajo, pero eso no dejas de ser lo que eres. Como siempre llego a la gente, lastimosamente ahora en el país no hay, oportunidad, no se arriesgan los medios a hacer producción nacional a más de reality porque saben qué es lo que les está vendiendo.

La verdad es que respeto mucho, yo he estado en uno, ya estuve, dije “yo nunca voy a mentir”. Así estuve, la disfruté, la gocé, bailé, me caí, me lesioné y me encantó. Y la verdad que si me vuelven a llamar, vuelvo a ir a ese o a cualquiera, siempre y cuando no sea algo que lastime mi integridad porque todos tenemos que trabajar y cuando te gusta algo, por qué no hacerlo. Pero no se arriesgan a algo más. No se arriesgan las productoras a hacer algo más. Uno o dos son las que siguen trabajando que agradezco porque en sí de pucho, en pucho, hablando así, nos han dado trabajo a algunos actores. Es para ti, mañana para ti, mañana para ti, pero se han arriesgado, no doy nombres.

¿Por qué terminó Tres familias?

Yo creo que ya era su tiempo. Entonces a veces es mejor salir superbién que cuando la gente finalmente ya dice no, ya se tornó tediosa la historia y aburre, ya es lo mismo. Entonces yo creo que primero no fue una decisión de nosotras, fue una decisión de los ejecutivos, empezando por ahí. Fue una decisión de los ejecutivos y finalmente obvio, nosotros tenemos que aceptarla y en cierta forma creo que sí fue en su momento, porque si no después, imagínese eso va a ser como que ya uno se aburre, lo mismo y lo mismo y lo mismo siempre.

Entonces quedamos arriba con la serie y ese es el recuerdo que todo el mundo se lleva y la siguen viendo una y otra vez, imagínate qué hubiera sido un episodio más de superaburrido. La gente se olvida de ti.

Daniela Baque, la recordada Fátima, pero sobre todo una mujer actriz y madre de familia, fotógrafa y periodista.

Sí, periodismo. Cómo me encanta no ser periodista, el periodismo, no redactar, el periodismo.

Vamos un poquito a esa faceta de tu paso por diario Extra, un diario que transmite mucha noticia de crónica roja. ¿cuál es la diferencia de esa época, que entrabas a las morgues a hacer fotografías, que tú lo has contado infinidad de veces?, pero ¿cuál es la diferencia con el hoy que a través de redes sociales se emiten y se difunden fotografías, videos duros? ¿Hay una diferencia entre lo uno y lo otro?

Bueno sí, yo peleo con la gente cuando me pasa este tipo de fotografías o escenas que ya son muy crudas, porque yo les digo ustedes no pueden difundir así una información porque no tienen idea de lo que la gente vive. Una vez me contestó una persona, pero ‘si tú lo hacías’, digo sí, ¿sabes cuál es la diferencia? Que cuando yo iba a hacerlo no lo hacía por morbo, lo hacía por un trabajo y lo hacía por comunicar, que ese era el estilo de ese medio de comunicación es diferente, pero las personas en la actualidad usan las redes sociales para morbo. Entonces no es que te están informando, no es que te están comunicando, te están vendiendo morbo y se han roto todos los límites de derechos, de respeto, de integridad.

De respeto a la dignidad humana también, a la familia. Tantos años después volverías a hacer un trabajo como el que hacías de fotografiar a personas que ya no están y dependiendo de las circunstancias.

Sí, sí lo haría.

¿Y qué cambiaría entre lo que hacías y hoy, después de esta mujer, ya con experiencia, con el tiempo pasado y con las circunstancias actuales de violencia como la que tenemos en Ecuador?

Exacto. O sea, en realidad la gente piensa que hacer fotografías o como hacíamos la fotografía en diario Extra, uno lo hacía de forma irresponsable, pero no era así. Ahora es de forma irresponsable lo que se muestra en redes. Era una forma de comunicarnos en ese tiempo. Ahora no cambiaría nada a diferencia, o sea, con relación a lo que hacía en ese tiempo, porque ahora las leyes lo han cambiado. Ahora no puedes publicar la fotografía del cadáver en un periódico, pero sí puedes subir la escena total del asesinato en todas las redes sociales, incluso hasta en medios de comunicación.

Entonces en realidad no cambiaría porque ya el sistema lo cambió, en ese caso y no cambiaría porque yo creo que la esencia sería la misma. El trasfondo de todo esto es ayudar, es comunicar, entonces algo que yo siempre digo a la gente después de haber salido del diario, uno tiene algo que se llama postrauma, entonces después de eso sientes la necesidad de seguir comunicando, de seguir ayudando, que si escucha una sirena, te aceleras y quieres salir corriendo porque dices dónde es, qué hago. A veces le digo a mi mamá, yo debería ser paramédico porque todavía siento la necesidad de ayudar.

Tú crees que el publicar este tipo de información, sea de la manera periodística que lo hacen medios de comunicación, o las redes sociales en su estilo irreverente y a veces crudo. ¿Crees que esto abona a la percepción de inseguridad como dicen las autoridades de turno?

Sí, yo sí lo creo. Mira, hay una cosa que nos decía mi exjefe, una cosa es ser sensacionalista, otra cosa es ser amarillista. Entonces se rompió el límite, se rompió ese hilo y ya todos los medios son amarillistas, todos. Lastimosamente no hay uno que no entre en este grupo. Entonces lo que yo veo en redes sociales muchas veces lo vi cuando iba hacer reportajes. Voy a hablar una noticia superfea que me marcó, que no la cubrí yo gracias a Dios en ese momento: un niño que asesinó a su madre, un joven de una manera super, superfea, solamente que ahorita vemos las fotos, vemos todo y ahí está. Todo el mundo está mirando, pero eso ya pasó hace años, eso se viene viendo hace años. La delincuencia en sí, el que ahora la delincuencia dice estoy aquí, esa es otra cosa, pero la forma de delinquir es la misma que era antes, la misma de ahora. Las amenazas, claro, ahora te cobran vacuna, antes no te cobraban vacuna.

Antes eran pandillas, antes eran los Latin Kings, las otras bandas. Y sin embargo ellos tenían otra forma de cobrarse entre sí, pero ahora nos cobran a todos. Esa es la diferencia.

Las pandillas evolucionan…

Exacto. Las pandillas han evolucionado, ese es el asunto. Sin embargo, yo digo entre mí, Dios bendito, no sé hasta cuándo nos van a sembrar el terror. Uno tiene que aprender a cuidarse y aprender a ser prevenido en este mundo.

¿Tú has sido víctima de la delincuencia, ahora uno no deja de conocer al menos a una persona que le ha tocado?

Bueno, conozco mucha gente, pero hasta ahora, en lo personal, todavía no me ha pasado y que Dios me siga protegiendo y que no le pase ni a mí, ni a mi familia, ni a mis amigos. Siempre lo digo porque en realidad vivimos una situación super, superdura, pero en lugar de aterrorizar a la gente, los medios de comunicación por qué no nos enseñan a la gente a defendernos. O sea no hablo de que linchen a una persona porque tampoco estoy de acuerdo con eso. ¿Pero por qué no enseñan a la gente a ser precavidos? ¿Por qué no enseñan a la gente a cuidarse?, ¿por qué no hay otras formas de comunicar?

Hay medios de comunicación que lo están haciendo, que muestran las maneras, por lo menos de ser cautos, pero también viene la acusación de si se está normalizando la delincuencia.

No, no, eso no es normalizar la delincuencia, eso es prevenir, ir en contra de la delincuencia. Es una forma, porque por ejemplo, yo me subo al bus y me aterra eso, me aterra más que sepa que se va a subir el pillo, de ver a cinco muchachos con celular en la mano y yo el mío lo dejo en casa. Perdóname, pero como dice el vulgo ecuatoriano, estás dando papaya. Entonces tampoco debemos darle chance, no. También uno tiene que cuidarse y cuidarnos entre nosotros, no precisamente linchando a una persona.

Pero encerrarnos entre rejas, los que no delinquimos, el no salir de casa, el evitar que ya está pasando, que además afecta la economía porque los locales que viven del consumo de las personas se están viendo afectados y lo dicen restaurantes, hablan de un 30 % de disminución de la clientela. Eso también no causa un efecto y además es como dejarles la vía libre a los delincuentes.

Claro que sí, pero yo te voy a dar un ejemplo si no hay tres personas en el bus con el celular afuera y si todo el mundo cargara su celular. Y si no diéramos papaya, como dicen, ¿qué va a hacer el pillo? ¿Qué hace? No tiene nada qué hacer porque ellos van y se suben y le quitan el celular a ellos y a mí me registra, ¡uy!, Dios mío, porque no voy a encontrar nada.

Y cuando dices no te niegues ante un delincuente, no pongas resistencia…

Eso sí es verdad. Eso sí respeto y es parte del cuidado de uno. O sea, un celular no va a cubrir mi vida y la ausencia en mi familia, ya eso sí es verdad. Ahora, por ejemplo, con respecto a la gente, tenemos que aprender a cuidarnos y hacer fuerza. En mi ciudadela ahora son los famosos emprendimientos. Hay cerca de cuatro personas que cerraron sus locales, pero, ¿de qué forma nos ayudamos? El comercio es interno y parece mentira, pero algo que conversamos y que yo le explicaba a la señora que abrió este grupo y digo a mí me da tanto gusto de ver que esa forma somos un minipueblo que nos levantamos. Entonces yo creo que hay muchas formas.

Hay formas de que Ecuador se levante, que pueda salir adelante.

Y esa es una.

Pero esperemos que también se pueda solucionar el tema de la delincuencia, porque necesitamos recuperar el país.

Tiene que darse eso, pero lastimosamente hay cosas que con el dolor del alma nosotros podemos levantar nuestra voz, pero ya no depende de nosotros, porque no podemos ni ser igual que ellos, ni dañar nuestra integridad. Son dos cosas diferentes. Debemos aprender a trabajar, a cuidarnos, tampoco a levantar las redes sociales.

Daniela, ¿qué haces tú desde tus redes sociales por eso?

Muy poco, muy poco porque ahí venía lo que te voy a decir. O sea que no estoy de acuerdo que se crean hashtag de moda, cuando se nos va un compañero, no hagas esto, sabes que eso no sirve de nada, sirve que yo me pare.

Pero sirve esta unión de la sociedad de la que tú hablabas, de este poder tener de pronto grupos donde puedas compartir y colaborar y además ver un buen producto que lo puedes comprar porque es bueno y no solo por solidaridad.

Eso es tangible. Que si nosotros vivimos en un barrio donde vemos algo peligroso, cuidarnos, ahí sí a no tener miedo. Lastimosamente las leyes de nuestro país son una burocracia que se llama a acusar, me piden cédula, nombre, número de teléfono y ya mismo, Dios mío, toma el papel al pillo para que me venga a ver porque lo acusé. Son cosas que se deben cambiar dentro de nuestro país.

A veces yo pienso que una de las cosas que nos tiene así tan mal en este país es la burocracia, el que tengamos que hacer tantos trámites para poner una denuncia, tanto trámite para que nos hagan caso, tanto trámite para decirle señor, tengo miedo porque en la esquina hay tal persona o que camino a mi trabajo siempre hay un carro estacionado o veo un carro que me está haciendo, tanta burocracia para ese tipo de cosas.

Yo creo que si estas cosas fueran atendidas a primera hora, nosotros tendríamos, no sé, menos delincuencia a la que tenemos, menos mujeres asesinadas en el caso de las mujeres, porque lastimosamente nuestro país no es solamente la delincuencia. Si tú te das cuenta todo esto se encierra. Así como matan, se matan entre bandas, así como ahí hay desmanes en la penitenciaría, en la vida normal, común y corriente mueren muchas mujeres.

En la vida normal, común y corriente, mueren muchos niños por inseguridad y no hay seguridad-delincuencia sino por falta educación, por drogas. Entonces a eso me refiero. Hay una frase que yo siempre digo que me da mucha pena decirlo, lastimosamente estamos perdiendo la humanidad dentro de este mundo y me da pena porque Ecuador era un país de paz y hemos sido parte del grupo de todo el mundo.

Gracias Daniela, gracias por estar en Entre dos y no me quiero despedir sin pedir tu criterio respecto al reglamento que acaba de aprobar el Gobierno para impulsar todo lo que es la transformación audiovisual y con el objetivo de atraer la producción hacia el Ecuador. ¿Crees que es posible atraer la producción y que esto además va a favorecer también, no solamente como país, como inversión, sino a quienes son artistas, a quienes hacen la actuación como tú?

Claro, ¡alguien me puede decir el reglamento! (alza la voz como pidiendo auxilio en broma). Bueno, mira, en realidad no estoy empapada del tema. Yo soy supersincera. Cuando algo desconozco no me gusta hablar, sin embargo, sí te digo que si hay algún plan de gobierno, si hay alguna forma en que se nos va a ayudar a los artistas, o sea a los artistas en general, en todo el aspecto, hablamos desde el pintor que está en la calle, el que escribe, el que produce, el que hace manualidades. Me refiero a todos los artistas. En realidad somos un gremio inmenso en el que deberíamos.

Que también nos hace falta empaparnos de esto para conocer y además para elevar la voz cuando no pasa. Esperemos que la producción audiovisual efectivamente pueda llegar a través de este nuevo reglamento que se acaba de aprobar y debemos conocerlo todos para aprovechar las bondades que pueda tener o a lo mejor ajustar, porque siempre todo, todo es perfectible.

¿Sabes cuál es el problema de cualquier reglamento que llega a ponerse dentro de nuestro país?, que siempre lo manejan unos cuantos. Si no estaba empapada, ahorita llego a casa y lo voy a leer y me lo voy a aprender de arriba abajo. Como me dijo una vez un amigo léelo todo, no te pierdas una frase y eso lo tengo aquí, siempre. Sin embargo, sería bueno adelantándome a lo que vaya a leer, es que lastimosamente en este país son pocas las cosas positivas que hay que hablar aparte del turismo, eso sí es positivo siempre. Es el que siempre se manejan ciertos grupos, siempre son grupos específicos los que terminan manejándolo o modificando las cosas, son unos cuantos... (I)