Uno de los extranjeros más buscados por la justicia ecuatoriana ha caído en Emiratos Árabes Unidos: Dritan Gjika, cabecilla de la mafia albanesa en Ecuador.

El albanés de 47 años era buscado por tráfico de drogas, lavado de activos y delincuencia organizada. Tenía difusión roja de la Interpol.

Este albanés llegó a Ecuador por primera vez en 2009 con una visa de visitante temporal, según su registro migratorio.

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Durante estos años pasó como un empresario acaudalado, pero usaba empresas de fachada para cometer actividades ilícitas. Operaba en la zona de la Costa.

En Ecuador vivía una vida de comodidades y lujos para tratar de evadir sospechas. Sus empresas poseían autos de alta gama, blindados, y propiedades en urbanizaciones.

Su posición le permitió establecer nexos con personas y funcionarios.

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Lideraba una estructura que movía droga desde el Valle del Cauca, en Colombia. Esta droga entraba a Ecuador por vía terrestre y avanzaba hasta centros de acopio.

La droga iba a fincas y luego se llevaba a los puertos, donde se contaminaban contenedores o cargas. Se usaban empresas que aparentemente eran lícitas para sacarla del país. La ruta incluía a Ecuador y España.

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El albanés, según información de la Policía, tenía colaboradores para asuntos logísticos, de pagos y otros que fungían como testaferros.

El nombre del albanés estaba bajo el radar, pues se lo vinculó a Rubén Cherres, quien fue señalado de ejercer injerencia en empresas públicas y supuestamente tramitar cargos en el Gobierno. Cherres fue asesinado.

Dritan Gjika, quien tiene cédula ecuatoriana, había dirigido desde Ecuador negocios, uno de ellos relacionado con una importadora.

En el 2024 en Ecuador y España se realizó un operativo para desarticular su organización.

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Un allanamiento se realizó en una lujosa casa de dos pisos en las afueras de Guayaquil. Se la relacionó al albanés. Allí había una mujer dijo ser su pareja. Se encontró dinero en efectivo y relojes de marcas de lujo. En la investigación se asoció un yate y autos de lujo al albanés.

En este operativo se capturó a 30 personas en Guayas, Los Ríos, Cotopaxi, Azuay, Santa Elena y El Oro. Los aprehendidos eran ciudadanos de nacionalidad ecuatoriana, española, argentina, colombiana y china.

Fueron 40 allanamientos realizados en Ecuador y 17 en España por esta operación antidrogas.

Para estos allanamientos, 400 funcionarios fueron desplegados en Ecuador y en España 350.

Según las investigaciones, la organización contaminaba contenedores de cargas lícitas (banano) para llevar la droga a Bélgica, Países Bajos, Turquía y Albania.

La Policía indicó que la organización usó a varias personas naturales y jurídicas para realizar la compra de varios bienes muebles e inmuebles y vehículos para blanquear dinero.

En Ecuador tenían seis empresas y en España cuatro empresas con actividades para facilitar el presunto lavado de dinero.

Según la Policía, esta organización realizaba pagos con billetes que estaban identificados con series y códigos. Un ciudadano chino pagaba el dinero en Ecuador.

Las investigaciones en el caso de lavado de activos, donde el albanés fue procesado, determinaron la estructura societaria y los millones que se movieron.

Dentro de ese proceso, la fiscalía demostró que los imputados formaron y administraron empresas con actividades aparentemente legales, pero que en realidad ocultaban el origen ilícito del dinero procedente del narcotráfico.

Los bienes inmuebles, localizados en las provincias de Guayas, Cotopaxi y Santa Elena, fueron adquiridos a través de estas actividades. El monto aproximado del lavado de activos asciende a 43′468.059,28 dólares.

Dritan, según la Fiscalía, habría utilizado empresas como Cresmark S. A. y Agricomtrade S. A., dedicadas a la exportación de banano, para disimular el origen ilícito de activos. Se le atribuye el liderazgo en las actividades tanto de narcotráfico como de lavado de activos.

El grupo ocultó el origen ilícito del dinero en los estados financieros de las empresas y adquirió bienes muebles, inmuebles y maquinaria con pagos en efectivo, cuyos registros no coincidían con las actividades declaradas ante el Servicio de Rentas Internas, según la fiscalía.

La captura del albanés fue posible por una gestión articulada de la Unidad Nacional de Interpol en Ecuador, en coordinación con su similar en Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos.

El Ministerio del Interior indicó que los trabajos investigativos y el intercambio de información del PAcCTO 2.0 permitieron la captura con fines de extradición. (I)