Solventar el problema de agua potable en las parroquias de Calderón, San Antonio y Calacalí, ubicadas en el norte de la capital, es el objetivo que maneja el Municipio de Quito para la construcción de la nueva planta de tratamiento de agua potable.
Esta obra, calificada por el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, como la tercera más grande de la ciudad, luego de las plantas de Bellavista y Puengasí, beneficiará a 500.000 habitantes residentes en el sector.
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“La planta significará la solución definitiva al problema de agua potable de Calderón y otras parroquias”, mencionó Muñoz, quien confirmó la fecha de culminación y puesta en funcionamiento de la planta para los primeros meses de 2026.
Además indicó que el proyecto global alcanza los $130 millones en total y contempla también las líneas que conducen el agua desde Paluguillo a Puembo y de Puembo a Calderón, así como las redes y tanques de distribución de agua potable.
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Durante el recorrido a la planta, los encargados de la obra explicaron que esta tendrá una capacidad de procesamiento de 1.300 litros por segundo y que dotará de agua hasta el año 2054. En una primera etapa tendrá una capacidad de 650 litros por segundo y estará lista en 2026. La obra tiene un costo total de $ 16′051.276,28.
Entre tanto, Verónica Sánchez, gerenta de la Epmaps, informó que la empresa ejecuta el Programa de Agua Potable y Saneamiento para Quito por $ 220 millones; de este rubro, $130 millones están destinados para agua potable para la parroquia Calderón.
“Queremos agradecer a la comunidad de Calderón, primero por el apoyo, la comprensión de todo el tiempo que se han tardado en llegar estos proyectos a su parroquia, pero ahora están siendo realidad”, sostuvo la funcionaria.
Sánchez agregó que, asimismo, se ejecutan otros proyectos como la culminación, diseño, suministro, construcción, puesta en funcionamiento y financiamiento del proyecto de agua potable para San Juan de Calderón, con un monto de $ 1′988.877,07, la cual lleva un avance del 11 % en beneficio de 173.491 habitantes.
Para la presidenta del GAD parroquial, Mercedes Luque, la construcción de la planta de agua potable representa “un sueño para los habitantes de la parroquia, que con el apoyo del alcalde comienza a hacerse realidad”, sostuvo.
En esto coincidió Santiago Jiménez, residente de Calderón desde hace veinte años. “Aquí siempre nos ha faltado el agua, pero ahora con esta obra podremos tener el líquido vital en nuestras casas”, afirmó.
Muñoz fue enfático en señalar que se controlará el tráfico de tierras en la zona y aclaró que, por cuestiones técnicas, no es posible que las viviendas que se instalen cerca de la planta puedan recibir agua potable.
“Si algunos siguen vulnerando el territorio de Calderón, mañana en un abrir y cerrar de ojos tendremos un millón de habitantes y el agua no va a alcanzar y eso no queremos, por lo que controlaremos el crecimiento de esta zona”, dijo.
La planta entrará en funcionamiento los primeros meses de 2026 y beneficiará a las parroquias de Calderón, San Antonio y Calacalí. (I)