‘Aún es imposible creer todo lo que pasó’, dicen moradores del centro de Machala, que ingresaron a estructuras para rescatar a otros tras sismo de 6,6

Machala

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En las calles del centro de Machala aún sus moradores no salen del asombro por el fuerte y prolongado temblor que se dio al mediodía del sábado 18 de marzo.

En las calles Boyacá y Páez, uno de los puntos donde se dio la caída de paredes de un edificio y de una casa de dos pisos, se evidenció que el trabajo de maquinaria pesada era incesante entre la tarde y noche de este sábado.

Allí, dos retroexcavadoras eran empleadas en recoger los trozos de pared que cayeron de un edificio moderno hacia una vivienda de construcción mixta y acera contigua.

En este segundo inmueble de dos plantas hubo tres muertos. El trágico episodio aún parecía ser inexplicable para sus moradores.

Además se dio el colapso de paredes, fierros y maderas de la segunda planta hacia el primer piso de la vivienda antigua. Inicialmente, el inmueble de dos plantas sufrió el ingreso de una pared que cayó desde lo alto del edificio aledaño.

En la planta superior de la vivienda residía una adulta mayor, de 84 años, y su hijo, mientras abajo, en la planta inferior, operaban dos locales: uno de plásticos y otros de artículos varios.

La mujer sobrevivió y el hombre se encontraba fuera del predio en el momento del sismo.

No obstante, la caída de las estructuras desencadenó que tres integrantes de una familia mueran por la caída de paredes en la zona exterior del local de artículos varios.

Una pareja y un hijo fueron alcanzados por los restos cuando salían del negocio. Se presume que salían como medida preventiva en medio del sismo, sin embargo, aquello derivó en su muerte.

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Del otro negocio, una trabajadora, Dayse Peláez, con su hija de 13 años se salvaron de morir al quedarse dentro del predio y luego debajo de los escombros zambullirse para salir entre los espacios que dejaron las vitrinas.

La mujer fue asistida, llevada a una casa de salud. Terminó con un fuerte golpe en el hombro y brazo izquierdo. “En shock, aún es imposible creer todo lo que pasó”, dijo la mujer, que con ayuda de otros allegados en esa noche se encargaba de retirar las estanterías y productos de local de plásticos.

En la calle Boyacá y Páez, zona céntrica de Machala, hubo varios vecinos que se llenaron de valentía y no dudaron en tratar de ayudar a los vecinos y allegados afectados.

Manuel Quezada, residente del inmueble, contó que había salido a comprar en una tienda y apenas se dio el sismo regresó y se encontró con los daños. En ese instante, él subió por la estructura afectada para rescatar a su madre de 84 años que quedó atrapada en el nivel superior de la vivienda.

“Mi mamá vive de los arriendos. Es muy preocupante, estamos en una situación muy difícil. Hemos aguantado un terremoto de 7 puntos y más grados. Ahora se vino abajo (una pared de edificio) y aplastó toda la casa. Está con 20 puntos en la cabeza (su madre), le haremos una tomografía para ver qué sucede, queremos rescatar en algo lo poco que se pueda de la casa”, dijo el hombre, quien espera ayuda económica de las autoridades para reconstruir el inmueble.

Con el paso de las horas, la adulta mayor fue dada de alta de una casa de salud y volvió a los exteriores del predio donde habitaba hasta hace unas horas. Se mantenía consternada por lo sucedido, a la espera de poder algún momento retornar a su casa, aunque para esa noche en el sitio de alguno de sus familiares debería descansar.

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Otro ciudadano, Óscar Ochoa, también fue uno de los vecinos que asistió a las personas afectadas. Antes del sismo estaba en un negocio de repuestos propio y decidió correr hacia el hotel que atiende su padre en las calles Boyacá y Páez, posterior al evento. En el sitio de hospedaje no hubo novedades mayores, pero sí en el de los vecinos Quezada.

“Primero se sintió que temblaba de este a oeste y de ahí cogió el remezón para arriba y abajo”, dijo el hombre que se adentró en la estructura para ayudar en sacar a los atrapados, como la señora adulta mayor, que se encontraba en la vivienda de los Quezada. Un hermano de Ochoa también sacó a otro vecino que terminó debajo de una estructura, contó.

En su hotel, que se construyó con sistema antisísmico, se registraron algunas fisuras y caída de mampostería, no obstante, no hay daños estructurales en pilares ni vigas. “Con todo vamos a contratar un perito para que haga un estudio y vea si hay algún problema”, dijo el representante del hotel, que decidió como medida preventiva mantener inhabilitado el predio.

Rosa Villacrés, allegada de la familia Quezada, lamentó el escenario que se vive en la urbe orense y el trágico episodio de tres muertos. “Muy triste para todos los orenses especialmente los macheleños que hemos vivido esta terrible situación que no nos imaginamos vivir nunca, muy doloroso por las pérdidas humanas”, dijo.

Javier Quezada, hijo de la dueña del predio, pidió que el Municipio se enfoque con mayor rigurosidad en las normas de construcción, tomando en cuenta que el predio aledaño sufrió la caída de una pared que derivó en afectaciones en la casa de su madre.

En varias calles de Machala hay predios que registran daños en mampostería y vitrales. Algunos ventanales rotos han sido reemplazados planchas de cartón en un negocio de galerías, ubicado en la esquina de Ayacucho y Rocafuerte.

En cambio, sobre la calle Sana Rosa dos inmuebles tenían fisuras y se mantenían con cintas rojas para limitar el acceso.

En la esquina de Montalvo y Rocafuerte, otro predio de varios pisos registraba varias fisuras en su estructura, por lo que se acordonaron varios metros a la redonda para evitar el paso de peatones.

En cambio, en la sede de la Prefectura se registró el rompimiento de una puerta de vidrio en el acceso principal, la caída de mármol que decoraba la fachada y además se dio el levantamiento de cerámica de la acera y la separación del bordillo de la vereda.

Once fallecidos se han reportado en El Oro: nueve en Machala, uno en El Guabo y uno en Pasaje.

Varias medidas dispuso el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Machala como la inhabilitación del puente a desnivel en el ingreso a la ciudad, por 24 horas, realizar trabajos de remoción en las estructuras colapsadas y la habilitación de un albergue. (I)