Lo que hace dos años nació como un proyecto artístico de sustentación de carrera, hoy es un documental con el que se rinde homenaje a la dedicación y resiliencia de la fundadora de la primera institución del Ecuador especializada en educación para personas con discapacidad, Marcia Gilbert de Babra.
Ser parte se titula este trabajo audiovisual producido y dirigido por Felipe Bohórquez, en colaboración con la Universidad Casa Grande y Fasinarm, que nos recuerda que la inclusión no es un favor, sino un derecho, y que ese derecho solo se mantiene vivo gracias al compromiso de quienes creen en la verdadera inclusión. Justamente la Universidad Casa Grande, el próximo 18 de de septiembre acogerá el foro de educación inclusiva organizado por Diario EL UNIVERSO.
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En el filme, que hace poco resultó ganador en la categoría de mejor historia documentada de una mujer en Los Angeles Film and Documentary Awards, Gilbert de Babra no solo abre las puertas de su corazón y hace un repaso de su historia como pionera en el país de la educación inclusiva, sino que también retrata el presente de esta institución sin fines de lucro que, entre luces y sombras, sigue defendiendo el derecho a la inclusión de las personas con discapacidad.
Por más de seis décadas, la fundadora de Fasinarm ha sido el sinónimo de esperanza para cientos de familias en Ecuador gracias a su visión clara y revolucionaria al crear un espacio en donde las personas con discapacidad no fueran invisibles, sino protagonistas de su propio futuro.
“Conocerla fue un reto… Este documental lo que buscaba era mostrarnos a su fundadora y a su legado de amor y resistencia”, explica el director del documental, quien además destaca que este proyecto fue una gran oportunidad para mostrar que la discapacidad no limita el potencial humano, sino que invita a redescubrirlo desde otras perspectivas.
Lo que Gilbert de Babra cimentó en los años 60 sigue dando sus frutos en cada aula, en cada taller, en cada estudiante que encuentra en Fasinarm un espacio para ser valorado, visibilizado y escuchado. Ser parte es, sobre todo, un testimonio de resistencia. Una comunidad que, a pesar de las adversidades, se niega a desaparecer, señala Bohórquez.
Una comunidad que no se rinde
Este documental no solo es un viaje nostálgico por el pasado, sino que también explora el preocupante presente que atraviesa la fundación debido a una crisis económica que amenaza su continuidad. En Ser parte, la fundadora de Fasinarm se pregunta qué será de todo esto cuando ella ya no esté.
La incógnita no es solo para ella, sino para todos quienes conforman la entidad. Porque ser parte de su legado no significa solo admirar su obra, sino asumir la responsabilidad de sostenerla y multiplicarla. La nueva directora busca sostener la institución desde la gestión administrativa, mientras docentes como Roberto Franco, cuyo personaje también da pauta a gran parte del hilo narrativo, mantienen encendida la llama de la esperanza en las aulas, enseñando a los estudiantes a prepararse para una vida adulta independiente.
A través de historias cotidianas, pero poderosas, este documental no es únicamente un homenaje: es un llamado urgente a no dejar caer un sueño que ya cambió la vida de generaciones y que todavía tiene mucho por dar.