Sin poder contener el llanto de la emoción de volverlos a ver con vida se produjo el reencuentro de los familiares de tres jóvenes que, luego de ocho días de haber sido secuestrados en Latacunga, provincia de Cotopaxi, fueron liberados por personal de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase).
En medio del llanto y los gritos de alegría de volverse a encontrar, se confundieron en abrazos que parecían interminables. Muchos de ellos no pudieron evitar saltar de la emoción cuando, por parte de los elementos policiales de la Subzona de Cotopaxi, se hizo la entrega de los jóvenes a los familiares.
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Los tres jóvenes fueron secuestrados el pasado 13 de diciembre aproximadamente a las 23:00, cuando circulaban por las calles de la ciudad de Latacunga. Los interceptaron seis sujetos que se movilizaban en dos vehículos.
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Los antisociales estuvieron armados, con lo que lograron someter a los jóvenes y llevarlos con rumbo desconocido. Luego los familiares comenzaron a recibir mensajes extorsivos a través de una aplicación de mensajería. Los sujetos pedían $ 150.000 para dejarlos en libertad.
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Luego de conocer el hecho, se articuló de manera inmediata con personal de la Unase para comenzar con la investigación respectiva. En ese sentido, desde el 13 al 20 de diciembre se realizaron acciones operativas en las ciudades de Latacunga, Riobamba y Ambato, informó el coronel Armando Padilla, comandante de la Subzona de la Policía Nacional en Cotopaxi.
En estas tres ciudades se ejecutaron operativos simultáneos para lograr la liberación de los tres jóvenes, el 20 de diciembre. Además, se detuvo en flagrancia a dos sujetos y se logró la recuperación de uno de los vehículos en los que se movilizaron en el momento de cometer el secuestro.
Según el oficial policial, uno de los detenidos es Amir P. (23), sin registro de antecedentes, y el otro Byron F. (32), quien registra ocho antecedentes desde el 2014, por extorsión, tenencia de armas, terrorismo, entre otros delitos.
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Los jóvenes fueron valorados y se comprobó el buen estado de salud. “Queremos dar gracias a Dios por su infinita misericordia y a la Unase porque desde el primer momento han estado presentes en todo el proceso”, manifestó consternada una de las parientes de los liberados. (I)