Viruela del mono pone en alerta a Ecuador dos años después de primeros casos reportados: esto recomiendan expertos en salud

Dos años después de que se detectara la presencia de la viruela del mono en Ecuador, su aparecimiento en otras naciones pone en alerta al país.El primer caso registrado en Ecuador fue a inicios de julio del 2022 y hasta los primeros días de diciembre de ese año se superaron los 400 contagiados.Se trató de un paciente de 30 años que presentó síntomas relacionados con esta enfermedad: fiebre, decaimiento, malestar general y vesículas, similares a los granos.El caso se confirmó por medio de pruebas realizadas en el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi), había informado el Ministerio de Salud Pública (MSP) a través de un comunicado.La denomina viruela símica es una enfermedad infecciosa transmisible desde un animal al ser humano. Es una enfermedad infecciosa de alta transmisibilidad, pero de baja mortalidad, indicó el MSP en sus redes sociales.La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia sanitaria a escala internacional debido a la propagación de esa enfermedad en África Central y Oriental. También se ha reportado un caso en Suecia, Europa.La variante MPOX, causada por el clado I, es mucho más contagiosa y peligrosa.Si bien hasta este viernes, 16 de agosto, no hay alertas de posibles casos sospechosos ni confirmados a causa del brote de esa enfermedad desde que la OMS emitió la alerta sanitaria internacional, especialistas dan recomendaciones.Daniel Simancas, epidemiólogo con un Ph. D. en Salud Pública y docente de la Universidad UTE, indicó que las secreciones son el medio en el que se transmite en saliva, tos o a través de contacto sexual.Sugirió el lavado de manos, evitar el contacto físico, así como los contactos sexuales de riesgo con personas desconocidas.Indicó que la nueva variante detectada está demostrando que tiene otras formas de contagio, pues antes era casi exclusivamente sexual, pero ahora es a través de tocar esas lesiones y por el contacto con la ropa sucia, toallas o sábanas. En estos últimos casos señaló que hay que intensificar la desinfección en hoteles, hostales, spa. Las lesiones se caracterizan por ser rojizas en la piel y quien las tiene padece de fiebre, dolor de cabeza, dolor del cuerpo, crecimiento de los ganglios. Si aquello se presenta en los hogares hay que usar mascarilla, no entrar en contacto e ir a un centro de salud.Simancas agregó que el Gobierno debería definir qué se considera como casos sospechosos, instruir al sistema de salud con una guía para el manejo, diagnóstico, prevención.Para el especialista, es muy fácil contener la enfermedad debido a que los pacientes son muy sintomáticos, por lo que no necesariamente se requiere de una prueba diagnóstica.Acerca de poblaciones en riesgo, refirió que son grupos LGBTI, personal de salud que hacen el tratamiento, y en un segundo bloque, personas con enfermedades crónicas, como diabetes, hipertensión, cáncer. Hacia ellos se deberá dirigir una vacunación, expuso.Pablo Espinosa, experto en vigilancia epidemiológica y docente de la Escuela de Medicina de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), sugirió a las autoridades mantener lo que llamó vigilancia centinela, que se refiere al control en el punto de ingreso de personas por vía terrestre, principalmente, porque al tener una alta migración las posibilidades de ingreso de casos son más probables.Colombia y Perú, en las fronteras norte y sur, respectivamente, ya han reportado casos de la viruela del mono en este 2024.Espinosa cree que podría haber apoyo de personal militar para la detección de probables casos en los ingresos terrestres que los considera uno de los puntos más permeables.En los aeropuertos habrá que instalar puestos de salud de control en los que si se sospecha de que alguna persona tiene un cuadro febril o erupción en la piel, se debería aislar a todo el vuelo y ver si se desarrollan o no síntomas, agregó.Entre las medidas de cuidado para la población destacó las de aseo y de actividad sexual segura. Sugirió el lavado de manos, usar mascarilla si la persona está enferma y si hay granos en la piel, ir a un médico porque podría ser confundido con un caso de varicela.Sobre la vacunación, refirió que es una buena medida de control, pero aclaró que no es contra la viruela del mono sino contra la viruela humana. Al ser de la misma familia se espera, añadió, que la respuesta inmune genere algún tipo de protección.Las personas que deberían vacunarse son aquellas mayores de 60 años, a niños menores de 5 años, y a personas inmunodeprimidas. A ese grupo se deben añadir profesionales de la salud porque ellos son los más expuestos, sostuvo.Podrían infectarse con la viruela del mono, pero al estar vacunados no se transformaría en una enfermedad grave o letal que llegue a la muerte.Una persona infectada puede contagiar a otras 16, explicó Espinosa.El MSP anunció que iniciará el proceso correspondiente para la adquisición de un nuevo lote de vacunas para inmunizar a grupos de riesgo, pero para Espinosa podría volver a suceder lo que pasó con las vacunas del COVID-19 debido a que los medicamentos tardaron en llegar al país.En octubre del 2022, a través del Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el MSP adquirió 5.800 dosis de vacunas contra la viruela del mono.Hasta que eso suceda lo único que se puede hacer es mantener medidas de aseo que sirven en general para otras enfermedades y tener conductas sexuales de protección, como el uso de preservativos, mencionó.Espinosa considera que si se contiene el foco de casos, que está en África, no hay mucha probabilidad de expansión, pero dependerá de las autoridades de esas naciones implementar las medidas correspondientes.De presentarse más casos en Europa cree que sería un momento de alerta, porque es el punto central de conexión tanto del continente americano como del asiático y de Oceanía, además por la migración ilegal. (I)

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