Entre la calle Los Ríos y Esmeraldas, en el sector de San Blas, en el centro histórico de Quito, un mural amarillo y negro, con caricaturas abstractas y líneas psicodélicas llaman la atención.

Está bajo un letrero que reza: Sereno Moreno, se fabrica, expende y distribuye una bebida ancestral, ceremonial y medicinal que reemplaza a la tradicional cerveza y permite una experiencia diferente entre los comensales.

La chicha se fabrica a base del grano del maíz, se la destila y fermenta hasta que, por sus propiedades, se convierte en licor.

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En el Sereno Moreno tienen una planta completa donde crean la chicha de maíz blanco, maíz morado y de yuca.

En medio de las pendientes autóctonas de este vecindario, que es la entrada al centro histórico de la capital, Christian Moreno, propietario del lugar, esperó adelante de una puerta para abrir paso hacia un callejón que conducía al “laboratorio de la chicha”.

Las fachadas en San Blas juegan con la perspectiva de la gente, quien camina por la zona observa casas pequeñas, pero por dentro se convierten en amplias parcelas y pasadizos secretos que transportan a otra época.

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En el caso de Christian, paredes pintadas y cuadros antiguos acompañaron una pequeña caminata hasta el final del túnel, donde estaba la planta de producción.

“La idea nace desde la necesidad de ofrecer un producto autóctono por tradición y cultura. Parte hace nueve años con la intención de elaborar chicha a base de diferentes granos de maíz amarillo, morocho, maíz morado y con el tiempo nos hemos ido innovando. Ahora creamos chicha a base de tubérculos”, contó Moreno.

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En la planta de elaboración de la chicha se ubica el tubérculo, en este caso, yuca y hierbas de naranja que le dan sabor Foto: Carlos Granja Medranda

El proceso de fabricación se genera en grandes tanques donde se hierve el agua, se cocinan los tubérculos con hierbas de naranja y, en un tercero, se mezclan los ingredientes para dejarlos fermentar por quince días o más.

“Es un proceso en el cual haces infusiones de diferentes frutas, de diferentes hierbas, añades azúcar, panela y esto depende del grado de alcohol al que se quiera llegar, se lo deja fermentar por un mes o dos meses. Así nace esta bebida”, manifestó el propietario.

Al salir de la zona de elaboración, pasos estrechos enlazaron a la chicha con el restaurante. Pisos de madera, gradas de fierro, imágenes religiosas y un sinfín de escenarios llevaron hasta una terraza, donde la Basílica y gran parte de Quito se observaban a lo lejos.

Christian tiene un hermano menor, Josué. Juntos han trabajado en su imagen y marca que la denominan “Mucha Chicha”. Esta es distribuida a nivel nacional en curiosas latas y garrafones.

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“Viene de mucha que significa muchay o dar un beso, y la hemos consolidado con producto nacional”, explicó.

Christian Moreno, uno de los propietarios de Sereno Moreno y co-creador de la marca 'Mucha Chicha' Foto: Carlos Granja Medranda

El recorrido por el Sereno Moreno es encontrarse con jergas quiteñas que dan vida al nombre. “En el colegio nos decían: ¡Hey, tranquilo, sereno moreno! Entonces es más como una jerga tradicional con el fin de apropiarnos de lo nuestro”, apuntó.

El camino, como cualquier quiteño lo diría, es culebrero. En San Blas, cerca de La Marín, la gente guarda sus celulares, toma sus carteras o sube las ventanas de los carros por los índices de inseguridad que vive la capital.

Sin embargo, desde la gestión cultural de los hermanos Moreno, el barrio se ha reactivado y hoy reciben entre 100 a 150 personas en un fin de semana y por la noche.

“Hemos trabajado a base de todas estas sugestiones que se tiene del centro histórico y nuestra propuesta ha sido fomentar talleres, presentaciones artísticas, eventos culturales, gincanas, caminatas nocturnas para reorganizar el barrio”, enfatizó Christian.

Su abuelita es pionera de una tradición familiar. Cocinaba fritada y repartía por todo el sector hace más de 70 años, por lo que ambos crecieron entre la comida y la bebida típica.

“Somos el único espacio en la actualidad que sirve chicha como una bebida de socialización o tertulia en Quito”, apuntó Christian.

La chicha que Sereno Moreno produce viaja a Guayaquil, Galápagos, Cuenca, entre otras provincias, mientras que a nivel local, la reparten en micromercados, panaderías y bares que están interesados en ofrecer algo distinto.

El curioso brebaje es apto para niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, puesto que entre su menú también está la opción de probar la chicha sin alcohol que puede ser acompañada con cualquier alimento.

Momento exacto donde ubican la yuca para su cocción. Posteriormente se la deja fermentar por uno o dos meses. Foto: Carlos Granja Medranda

“Cuando llega un cliente siempre está con la duda del lugar al que lo están llevando y más aún cuando le dicen que pida chicha. Me he quedado con el cambio de la gente después que prueba porque piensan que les hará daño, pero al primer sorbo quieren repetir”, concluyó Moreno.

Sereno Moreno atiende lunes y martes de 16:00 a 22:00, mientras que de miércoles a sábado, de 16:00 a 24:00. Sus platos son todos típicos: mote sucio, fritada, mote con chicharrón, entre otros, se ofrecen en el lugar. (I)