El alcalde de Quito, Jorge Yunda, firmó ayer la adhesión de la ciudad a la Declaratoria de Glasgow. Esta busca que ciudades y regiones de todo el mundo se unan en el compromiso de acelerar la elaboración de políticas alimentarias que sean utilizadas como instrumento para la lucha contra el cambio climático.

La suscripción a este acuerdo es voluntaria y funciona a escala mundial. La capital ecuatoriana busca, según explica la entidad municipal, seguir una línea sostenible y de resiliencia. También se espera que los pobladores de las ciudades suscriptoras generen un cambio hacia costumbres nutritivas más sostenibles.

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El acuerdo hace énfasis en la emisión de sustancias nocivas que llegan hacia la atmósfera a causa de la presión en la industria agropecuaria. (I)