Estados Unidos ha identificado a Wilmer Geovanny Chavarría Barré, alias Pipo, como uno de los cabecillas de Los Lobos, que desde esta semana están catalogados como grupo terrorista.
Los Lobos empezó siendo un grupo de sicarios que trabajaba para la banda Los Choneros, que ahora es su rival. Actualmente tienen presencia principalmente en Guayas, Manabí, El Oro, Esmeraldas, Sucumbíos y Azuay.
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Este grupo ha estado involucrado en tráfico de drogas, homicidios por encargo y actividades de minería ilegal de oro.
Dentro de los datos que ha recopilado el Gobierno de Estados Unidos se indica que Los Lobos proporcionan servicios de seguridad para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) de México, para controlar las rutas de tráfico de cocaína en la ciudad portuaria ecuatoriana de Guayaquil.
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Los Lobos también están acusados de organizar el asesinato del candidato ecuatoriano Fernando Villavicencio en 2023.
Los nexos con ‘Rasquiña’
Wilmer Geovanny Chavarría Barré estuvo preso entre el 2011 y 2018. Allí comenzó a operar con Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, quien era cabecilla de Los Choneros y fue asesinado en Manta.
Se conoce que Rasquiña reclutó a Chavarría cuando era un ladrón de bancos. Le ofreció unirse a Los Choneros. Chavarría formó Los Lobos, pero tras la muerte de Rasquiña comenzó el distanciamiento.
El Gobierno de Estados Unidos maneja el dato de que, en el 2022, Chavarría Barré ordenó el homicidio de sus rivales, el narco Leandro Norero y Samir Maestre, con el fin de apoderarse de sus valiosas rutas de narcotráfico.
No se tiene certeza del paradero de Chavarría Barré. Se maneja la tesis de que podría haber huido de Ecuador con una identidad falsa y que desde la clandestinidad sigue manejando los hilos de Los Lobos.
En 2021 se manejó la tesis de que Pipo había muerto en un motín en la prisión de Turi, en Azuay. Pero después las autoridades precisaron que su muerte podría haber sido un montaje para facilitar su fuga y que sigue al frente de la organización.
También trascendió la existencia de un certificado de defunción que describe que alias Pipo falleció por COVID-19 en Santo Domingo de los Tsáchilas (a unos 430 km de Cuenca) el mismo 23 de febrero, y que el registro de esa muerte se hizo un día después, el 24 de febrero de 2021.
En un informe del 2022, la Policía ecuatoriana describió que, aunque Chavarría aparece como muerto por COVID-19 para el Estado, “se presume que alias Pipo habría falsificado un acta de defunción como estrategia para despistar a sus enemigos y autoridades”. Incluso, el 19 de abril de 2024, el Gobierno ecuatoriano publicó una lista de objetivos militares, entre los que cuenta a alias Pipo.
‘Pipo’ bajo la lupa de Estados Unidos
El año pasado, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos identificó a Chavarría Barré como cabecilla de Los Lobos y lo incluyó en una lista de organizaciones narcotraficantes.
La OFAC designó a Los Lobos conforme a la Orden Ejecutiva 14059 por haber realizado o intentado realizar actividades o transacciones que contribuyeron sustancialmente o representaban un riesgo considerable de contribuir a la proliferación internacional de drogas ilícitas o de sus medios de producción.
Además, la OFAC designó a Chavarría Barré conforme a la Orden Ejecutiva 14059 por ser o haber sido líder o dirigente de Los Lobos.
Con esas medidas, los bienes y participaciones en bienes de las personas designadas quedan bloqueados y deberán ser informados a la OFAC. Asimismo, quedan bloqueadas todas las entidades en las que el 50 % o más pertenezca, directa o indirectamente, en forma individual o grupal, a una o más personas alcanzadas por bloqueos.
A esta medida se suma la declaratoria de identificar a Los Lobos como grupo terrorista.
“La acción demuestra una vez más el compromiso inquebrantable de la Administración Donald Trump de eliminar los cárteles y garantizar la seguridad del pueblo estadounidense”, indicó este jueves el Departamento de Estado. (I)