El hallazgo de los cuerpos de Briana y Génesis, de 3 y 10 años, da un giro a un inquietante caso que ha mantenido en zozobra a los moradores de Tulcán.

Las niñas que fueron reportadas como desaparecidas en octubre pasado fueron halladas muertas, en estado de descomposición, dentro de sacos de yute. Ellas habían sido lanzadas a pozos de 15 y 20 metros de profundidad en una zona de Tulcán.

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Este trágico desenlace para las niñas completa un cuadro de horror que comenzó el 29 de octubre, cuando Vanessa Villarreal, la madre de las menores, fue hallada muerta en un terreno cercano al hospital Luis Dávila de Tulcán.

Desde ese día, las menores no aparecían y se emitió una alerta Emilia por la búsqueda, que terminó este lunes y martes con el hallazgo de los cuerpos.

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El principal sospechoso de estos crímenes es Jonathan Daniel Goyes Narváez, quien era conviviente de Vanessa. Él no era padre de las niñas. Ambas eran fruto de una relación anterior que tuvo Vanessa con otro hombre al que lo enjuició por el pago de pensiones alimenticias.

Jorge C., padre de las niñas, fue aprehendido inicialmente para las investigaciones, pero fue liberado después. Según el proceso, adeudaba $ 21.972,12 por concepto de pensiones alimenticias y estaba entre los sospechosos.

Miriam Cahuazango, abogada del padre, señaló meses atrás que su defendido estaba libre de cualquier sospecha y que él no tiene nada que ver con este hecho de sangre que ha conmocionado al norte del país.

Con el paso de las investigaciones, las sospechas se centraron en Jonathan Daniel Goyes Narváez, quien se encuentra prófugo y sobre el cual hay una alerta de difusión de Interpol.

En ausencia se le abrió una instrucción fiscal por 90 días bajo la figura de feminicidio, prevista en el art. 141 del Código Orgánico Integral Penal.

Según el informe policial, Jonathan Daniel Goyes Narváez mantuvo una cita el día del suceso con la víctima en un automóvil de color plateado. El seguimiento hecho por los investigadores al auto en varias cámaras de seguridad registra los movimientos del carro y presencia en la escena del crimen.

La información recabada al número celular del procesado brinda más pistas que señalan que estuvo en el lugar donde fue encontrada Vanessa cuando sucedió el degollamiento, desconociéndose aún su paradero.

Los indicios y elementos entregados por la Policía y Fiscalía dan cuenta de que tanto el agresor como la víctima mantenían una relación sentimental. Se cree que hubo una relación de poder que generó violencia y muerte.

Richard Dávila, comandante de la Subzona de Policía Carchi, confirmó que tiene difusión roja de la Interpol e indicó que la semana pasada mantuvo una reunión con sus pares de Colombia con el propósito de intensificar la búsqueda y dar con el paradero de esta persona.

En el sistema judicial existe un proceso por un cobro de letra de cambio iniciado contra Jonathan Daniel Goyes Narváez, por el cual se han emitido citaciones.

La Policía incluyó al sospechoso en el cuarto lugar de los más buscados por femicidio. (I)