Desde la noche del sábado 3 hasta la mañana del domingo 4 de junio se registraron intensas lluvias en Esmeraldas que generaron el desbordamiento de seis ríos: Súa y Tonchigüe (cantón Atacames); Teaone (cantón Esmeraldas); Cube, Viche y Blanco (cantón Quinindé).

El nivel de esos ríos aumentó tanto que el agua afectó a cinco cantones y quince parroquias en Atacames (tres parroquias), Esmeraldas (cinco parroquias), Muisne (dos parroquias), Quinindé (tres parroquias) y Rioverde (dos parroquias).

La Secretaría de Riesgos indicó que producto de estos desbordamientos se registraron 18 eventos peligrosos que corresponden a catorce inundaciones, un deslizamiento, un socavamiento, un vendaval y un colapso estructural.

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Esta situación ha dejado 14.014 afectadas y seis heridos. Según el último reporte de esa dependencia, se contabilizan 2.895 viviendas
con daños en las zonas de inundaciones.

¿Qué factores incidieron para que haya este nivel de daños? William Jaén, ingeniero civil y especialista en infraestructuras hídricas y marítimas, sostiene que las inundaciones que ocurrieron en los cantones Muisne, Quinindé, Atacames y Esmeraldas no se las puede categorizar de una misma manera.

11.750 personas afectadas en Esmeraldas, Atacames, Quinindé y Muisne por inundacione

Él afirma que hay distintos tipos de inundaciones, y la importancia de ello es determinar con qué tipo de inundación se está enfrentando y sus principales causas.

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Jaén señala que los ríos Súa y Tonchigue se caracterizan como estuarios intermitentes, que trabajan principalmente en temporada de lluvias. A su criterio, la población que está en la zona de incidencia, lamentablemente, ha desnaturalizado los ríos, se ubicaron sobre sus márgenes, ocupando las llanuras de inundación, incluso parte de la zona natural de la descarga de los estuarios, área que geomorfológicamente es activa. Este escenario, a su criterio, se repite en varios ríos de la Costa del Ecuador.

Los ríos Teaone, Viche y Cube tienen la misma problemática, pero descargan al estuario del río Esmeraldas, que es del tipo mesomareal. Jaén dice que los eventos ocurridos coinciden con las mareas de sicigia, lo que ocasiona que exista un remanso en los ríos, los cuales van perdiendo la capacidad hidráulica y tienden a desbordarse.

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Casas arrastradas por la corriente, barrios inundados y derrumbes: los estragos de fuerte lluvia en Esmeraldas

A esto se suma el cambio del uso de suelo, las acciones antrópicas sobre la cuenca y la escasa capacidad de las obras de drenaje urbano, indica.

Los mismos problemas se repiten en varios estuarios y ríos del país, pues no se estudian a fondo y de la manera correcta. Por ello, dice, algunas vías y puentes han sido afectados, por el escaso análisis hidrológico e hidráulico y los componentes que conllevan.

En Esmeraldas hay pérdidas por las inundaciones. AFP Foto: AFP

“No se pueden tomar estos problemas de manera local, hay que comenzar a trabajar a nivel de cuenca, incluso considerar la incidencia que está teniendo el incremento del nivel del mar”, dice el especialista.

A su criterio, se debe comenzar a estudiar más a fondo el comportamiento de los ríos y estuarios hasta su descarga al mar, tomando en cuenta el comportamiento de las mareas, su hidrodinámica, el transporte de sedimentos y su incidencia sobre las poblaciones mas cercanas.

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Jaén cree que hay que trabajar con el aforo de caudales y el monitoreo de información metrológica en las cuencas. “El país no está preparado para la llegada de El Niño, y los eventos que van a suceder nos van a ayudar a comenzar a crear ingeniería con resiliencia”, señala. (I)