El ministro de Salud del Ecuador, Camilo Salinas, confirmó la mañana de este lunes la presencia del primer caso de contagio de COVID-19 con la variante brasileña P1 en el país.

El paciente contagiado está internado en el área de Cuidados Intensivos del hospital Manuel Ygnacio Monteros de Loja. Se trataría de un paciente originario del cantón Yantzaza, de la provincia de Zamora Chinchipe, que fue traído días atrás e internado en el hospital del IESS.

La preocupación en Loja, específicamente en médicos que trabajan en instituciones públicas y privadas, se agudiza con este caso. “No sabemos dónde este paciente se contagió, no sabemos cuántos días estuvo en Zamora o en Loja antes de presentar síntomas. Hay que tomar en cuenta que en Zamora no hay UCI”, dijo un doctor.

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Además, existe la preocupación por el número desconocido de posibles contactos (familia, amigos, gente que estuvo cerca) directos del contagiado. “Es decir, no se sabe cuántas personas pueden haber sido contagiadas y eso es un riesgo para todos”, expresó otro galeno, que como el primero pidió la reserva de su identidad.

“No solamente es necesaria la implementación de semáforos”, dijeron directivos de casa de la salud sobre las medidas que deberían tomar las autoridades. Foto: Erdwin Cueva

Los directores, médico y administrativo del hospital del IESS, confirmaron la presencia de la variante británica (B.1.1.7) en cuatro pacientes, resultados corroborados por los estudios hechos en ocho muestras enviadas para análisis a la Universidad Técnica Particular de Loja y la Universidad San Francisco de Quito. De esas ocho, una dio positivo a la variante brasileña.

David Zúñiga y Luis Pacheco, los directivos, sugieren el confinamiento total en la ciudad. “No solamente es necesaria la implementación de semáforos”, dijeron.

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En Zamora existen solo dos hospitales públicos y no cuentan con atención de cuidados intensivos, por lo que los pacientes son derivados a Loja, donde ya se ha vuelto común ver en los exteriores de las casas de salud públicas y privadas la presencia de carrozas funerarias a la espera de captar a los familiares.

Hay médicos que por redes sociales se muestran muy preocupados por la situación epidemiológica que atraviesa la capital provincial y piden a las autoridades medidas más severas para controlar a la población en cuanto a aglomeraciones, fiestas, reuniones, para así “dar un respiro a las casas hospitalarias y a los médicos y personal de salud, que no avanza a atender casos todos los días y sufre también al perder a un paciente”. (I)