Ambato

Las muestras de dolor fueron evidentes en el velatorio del padre Enrique Fabián Arcos Sevilla. Muchas personas no pudieron contener el llanto al llegar a la capilla ardiente que se levantó con los restos del sacerdote en el coliseo de la Unidad Educativa Juan León Mera - La Salle, en el sur de Ambato.

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Luego de cumplir con los protocolos legales, los restos del sacerdote hallado sin vida el domingo 3 de noviembre cerca de un basurero, en medio de perros y roedores, en el cantón Salcedo, provincia de Cotopaxi, llegaron la noche de este martes 5 a Ambato.

Muchas personas se congregaron en el lugar para recibir al cuerpo.

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El sacerdote fue visto por última vez el miércoles 30 de octubre en la ciudadela Cristóbal Colón, por el sector de la Unidad Educativa Bolívar, en el sur de Ambato. Según el coronel Álex Silva, comandante de la Policía Nacional en Tungurahua, hay personas que eran conocidas del religioso sospechosas de su muerte, quienes habrían robado enseres y joyas de su madre antes de matarlo.

Sospechosos de asesinar al padre Enrique Arcos Sevilla estuvieron antes con él en su casa y robaron enseres y joyas

El velorio se realizó en medio de rezos y el acompañamiento de estudiantes, grupos religiosos y ciudadanía en general. Los familiares, ante los momentos difíciles que viven, prefirieron no pronunciarse ante los medios de comunicación.

“Nos quedamos con lo manifestado por la Policía Nacional (con relación al hecho)”, afirmó uno de los parientes del sacerdote.

El ataúd del padre estaba cubierto con una sotana y estola sacerdotal. A un costado se ubicó una fotografía de él.

El traslado será este jueves desde las 11:00 en la iglesia de Huachi Chico, parroquia en donde colaboraba con las celebraciones religiosas.

“Compartimos algunos encuentros religiosos con el padre Fabián. Fue un buen sirviente de Dios, por esa razón estamos con nuestro corazón muy triste. Lamentablemente nadie está seguro, en cualquier momento podemos enfrentarnos a la delincuencia y enfrentarnos a la muerte, lo único que podemos hacer es poner las manos en nuestro papá Dios”, manifestó evidentemente afligida Ruby Guaylla.

Junto a un botadero de basura y rodeado de perros, así fue hallado el cadáver del padre Enrique Arcos Sevilla en Salcedo

“Como sacerdote nos condujo para ser miembro religioso de la comunidad diocesana. Muchos hemos caminado con él y nos deja varios buenos recuerdos, ahora nos deja con dolor y vacío difícil de llenar”, aseveró Rogelio Moposita.

Los allegados y conocidos del religioso pidieron que las autoridades agiliten las pericias para dar con los responsables de la muerte.

Perdidos los valores

El padre Édison Naranjo, párroco de la Sagrada Familia, en la parte alta de Ambato, no pudo ocultar la tristeza por la muerte de su colega.

“La Iglesia ha sido presa del nivel de inseguridad en el que vive sumido y sometido el país, de lo que tantos ecuatorianos han vivido. Es una situación horrorosa, una muerte atroz. Son cosas que aquejan y abruman, que nos ponen alerta a todos”, añadió.

Naranjo lamentó que en la actualidad no haya valores, respeto, amor o consideración, peor caridad o fe, cultivadas en otros tiempos.

Quién era el padre Enrique Arcos Sevilla, hallado sin vida en Panzaleo luego de cuatro días de haber desaparecido

Hizo el llamado a un trabajo conjunto y mancomunado de los diferentes estamentos públicos y privados en beneficio de la familia como el núcleo de la sociedad.

“La Iglesia debe profundizar su misión y el Estado encaminar políticas públicas de reanimación y rehabilitación de la gente que por algunas circunstancias eligió el mal camino”, comentó el religioso. (I)