Los ponchos, sombreros, artesanías y elementos de la cultura indígena han vuelto a Otavalo una ciudad turística para ecuatorianos y extranjeros. Con ello, la oferta de hospedaje también se ha ido adaptando a las exigencias de sus visitantes.
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Primero funcionó como una casa de arriendos, albergó una radio y se convirtió en hotel, ahora renovado.


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Los ponchos, sombreros, artesanías y elementos de la cultura indígena han vuelto a Otavalo una ciudad turística para ecuatorianos y extranjeros. Con ello, la oferta de hospedaje también se ha ido adaptando a las exigencias de sus visitantes.