Padre vincula a militares en muerte de su hijo y pide que se indague el caso

Quevedo

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Cuatro días después del crimen de Darwin Javier Bajaña Pérez, de 31 años, su padre, Darwin Bajaña, dirigente de los taxistas, pide justicia.

La muerte violenta se registró la noche del viernes último en la calle Octava y la B de la parroquia Siete de Octubre.

El cuerpo de Darwin quedó en el asiento del piloto de un auto con un disparo de entrada y salida en la cabeza ocasionado con un fusil. El vehículo registraba más de 20 impactos de bala.

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Con la voz entrecortada por el dolor que le causa la muerte del mayor de sus dos hijos, Bajaña indicó que la noche del viernes él estaba merendando en la gasolinera del Sindicato de Choferes cuando un amigo lo llamó a decir que a su hijo le habían disparado los militares.

‘Al llegar al sitio fue lo más doloroso encontrar a mi hijo con un disparo de fusil en la cabeza (…), ahí me dijeron que lo habían matado los militares. Esta vez fue mi hijo, no quiero que algo similar vuelva a ocurrir’, indicó Bajaña.

Según los videos que ha logrado recopilar, según él, fue un militar a bordo de una moto el responsable de los disparos.

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Poco antes del crimen, Bajaña indicó que su hijo, quien conducía un auto, había tenido un accidente en el que una chica “resultó con raspones2.

Aseguró que debido a ese incidente al ahora fallecido lo siguieron unos motorizados y sujetos a bordo de un Trooper de color negro.

“A mi hijo lo siguen motorizados y un Trooper polarizado, él iba con la novia, ella se baja un momento para arreglar la situación y alguien le dice a él que se vaya, es ahí cuando él conduce hacia la calle Octava que aparecen los militares, ellos llegaban desde la vía El Empalme-Quevedo”, detalla el padre del fallecido, quien pide que se investigue el caso.

“Son 40 uniformados, andaban dos patrullas, entre ellos dos oficiales, todos son cómplices. Queremos justicia (…), usaron balas de fusil, balas letales prohibidas usarlas en zonas urbanas, pero sin embargo, el ejército las utilizó para asesinar a mi hijo”, dijo Bajaña.

Dos días después de este hecho, la mañana del lunes en el cuartel del Grupo de Fuerzas Especiales 26 Cenepa fue hallado muerto el soldado Jairo Danilo Colcha Flores, de 25 años.

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Sus compañeros lo encontraron ahorcado en el exterior de las aulas. El militar pertenecía al Batallón de Infantería n.º 38 Ambato acantonado en la ciudad de Machachi. Los motivos que lo llevaron al suicidio aún son investigados. El cadáver luego de la autopsia fue llevado a la ciudad de Riobamba.

Sobre ambos casos, el comandante del Grupo de Fuerzas Especiales 26 Cenepa, coronel Marco Villamil, indicó que la institución presta todas las facilidades para el proceso de investigación tanto del crimen de Darwin Bajaña como para el suicidio del soldado Jairo Colcha.

Actualmente se investigan los dos hechos por separado y el proceso determinará si ambos casos tienen o no alguna relación.

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Darwin Bajaña era ingeniero agrónomo, trabajaba para una empresa bananera. Su padre indicó que el auto que conducía el día del crimen se lo había prestado para su trabajo, por ello esta semana tenía pensado adquirir una camioneta luego de haber solicitado un préstamo.

“Mi hijo no era un delincuente, no tenía antecedentes, era un joven honrado que no merecía morir así, y yo pensé que mis hijos me iban a ver morir, pero ha pasado todo lo contrario”, dijo el denunciante. (I)