La avenida Espejo, cerca del Teatro Bolívar, se convirtió en una pasarela. Una a una, las candidatas a Reina de Quito llegaron entre ruido, nervios y emoción. Con maletas cargadas y muchos sueños por delante, cada chica sacaba lo más preciado: sus proyectos y la banda que rezaba ‘Candidata Reina de San Francisco de Quito’.
La gala se desarrollará este jueves, 27 de noviembre, en un escenario que puso todo a punto para que esa noche sea perfecta. Todos corrían: organizadores, sonidistas, encargados de la iluminación, maestros de pasarela, jefes de sonido y más personas que estaban detrás de las diez candidatas que posaban con una sonrisa gigante, pero, a la vez, con la incertidumbre de imaginarse y sentirse rodeadas de un montón de gente en las butacas del reconocido teatro.
“Este es el momento para equivocarse, chicas”, gritaban los instructores. Ellas repasaban la salida al escenario, cerraban sus ojos y sentían que ese sueño, a pesar de no colgarse la banda de Reina de Quito, se había hecho realidad.
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Antonella Bardellini, Valentina Preciado, María Paula Endara, Astrid Flores Navarrete, Nicole Castro, María Emilia Cevallos, Daniela Foyain, María Cristina Andrade Real, Joanne Wells y Andrea Beltrán Bonilla son las diez candidatas para la corona de Reina de San Francisco de Quito.
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Con entusiasmo y felicidad, la tensión se sentía en ellas, pero la fuerza de presentar sus proyectos que ayudarán a la ciudad en el futuro y servir a la sociedad en el presente era más grande. Así, las candidatas calificaron al certamen como una oportunidad para “ponerse la camiseta de la capital” y sentar un precedente de obras más que de belleza en el concurso.
Los proyectos que buscan transformar Quito
“Quiero ser Reina de Quito por amor y cariño a esta ciudad. Amar es reconocer que hay cosas que debemos trabajar, porque tengo un proyecto que puede cambiar la vida de muchos quiteños. Nos hace falta compromiso, tenemos barrios hermosos, un cielo hermoso y siento que debemos apropiarnos más de la palabra ‘ser quiteños’”, inició Antonella Bardellini, joven de 23 años que buscará fomentar el trabajo consciente por los niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad.
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Le siguió Valentina Preciado Feijó, una sonriente joven de 19 años, quien pretende tocar un tema álgido en la ciudad: el suicidio. “Tuve un momento difícil durante mi vida, uno que me marcó mucho. Un dolor que sentí y me impulsó a buscar un propósito. Ahí presenté mi proyecto sobre el suicidio, porque es un tema que poco se habla. También busco ser la inspiración de toda la juventud y decirles que la edad no define la capacidad, sino el compromiso”, expuso.
El momento era para María Paula Endara del Pozo, médica de 26 años, quien por delante cumplió un sueño solo con el hecho de haber sido aceptada en el certamen, pero sabe que portar la banda de Reina de Quito significa mucho más.
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“Ahora es un sueño que requiere de mucha responsabilidad y compromiso social con todos los ciudadanos de Quito. Creo que a Quito le falta empatía con el otro. Quisiera ver una ciudad donde todos piensen por el otro, pensando que somos uno mismo”, expuso María Paula.
Posó unos cuantos minutos para la cámara y realizó un movimiento con la mano en señal de: “¿A quién le toca?”. Y sí, era turno de Astrid Flores Navarrete, periodista de 24 años que recuerda ver con su madre la elección de reina todas las noches en estas épocas, pero ahora es un tanto distinto, porque será ella quien esté como protagonista.
“La ciudad necesita que las personas cuenten su historia. Necesitamos contar la tradición de Quito, las leyendas y nutrirnos de esa rica historia que solo nosotros tenemos”, mencionó Astrid.
Ensayos, carreras y compromisos sociales
Lo que parecía tranquilo, de un segundo a otro todo cambió. Personal de seguridad salió por la puerta principal del teatro y gritó: “¡Chicas, ya deben entrar!”. Incluso el equipo periodístico de El Universo tuvo que correr; se subió al escenario y, en medio de las instrucciones de la maestra de pasarela, las candidatas se dieron el tiempo para seguir contando la historia del por qué decidieron portar la banda.
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“La voluntad de servir es algo que durante toda mi vida me ha acompañado. Amo a mi ciudad, amo a mi gente y qué mejor que transformar el amor en acciones, acciones que impacten vidas y que mejoren la ciudad. Mi proyecto se denomina ‘Diversamente Quito’. Entiendo que somos diversos en la capital, por ende quiero visibilizar el espectro autista y generar espacios para jóvenes que puedan involucrarse en esta sociedad“, expresó la comunicadora y relacionista pública de 26 años, Nicole Castro.
Con una fortaleza inquebrantable y sus cabellos rubios cenizos, María Emilia Sánchez Cevallos, psicóloga clínica de 26 años, aseguró que su profesión la ha llevado a conocer testimonios muy tristes, a los que quisiera, desde la Fundación Reina de Quito, dar voz y ayuda.
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“Entendí que mi verdadero propósito va mucho más allá de estar en un escritorio, sino de ser parte de mi gente. Mi proyecto se denomina ‘Mente Libre’. Es una iniciativa que busca el bienestar integral de niños y niñas de la ciudad de Quito, a través del cuidado de la salud mental y la prevención de la desnutrición infantil”, contó María Emilia.
La siguiente fue la chica de vestido rosa fosforescente y pendientes dorados, Daniela Foyaín, comunicadora y publicista de 23 años, que sacará su tesis a las calles de la capital con un proyecto que beneficiará a las personas con capacidades especiales.
“Se trata de promover la inclusión y la accesibilidad de las personas con discapacidad y definitivamente ese proyecto marcó mi vida. Es una de las razones por las que estoy presente, porque creo que ser reina puede ser una plataforma que me permita ser una herramienta real y, de esa forma, construir una ciudad más humana”, apuntó.
El tiempo era corto. Las luces se apagaron, el ensayo estaba por comenzar y María Cristina Andrade Real, con un vestido rojo y unos rizos impactantes, contó que de pequeña soñó con estar en un certamen así, pero su inspiración trasciende fronteras.
“Mi proyecto se llama ‘Somos valiosos’. El objetivo es prevenir el bullying y el acoso escolar, y busca llegar a 80 instituciones educativas de Quito y beneficiar a 12.000 niños. Estoy emocionada, con la bendición de Dios saldremos el jueves con mucha alegría”, sostuvo la abogada de 24 años.
A su espalda estaba Joanne Wells, una curiosa mujer de 24 años, la única en ser parte de una profesión que por muchos años estuvo catalogada como “varonil”: la ingeniería mecánica.
Con sus ojos un tanto dormidos por lo extenuante de la jornada, Joanne mencionó que su proyecto se basa en el empoderamiento femenino. “Mi proyecto se llama ‘Innovando la Esperanza’. Une la ingeniería con el compromiso social. Primero diseñaré y entregaré prótesis gratuitas a todas las personas que han perdido una extremidad y, por otro lado, busco formar mujeres en ciencia y tecnología, de manera en que ellas puedan utilizar esas herramientas para generar sus propios proyectos”, manifestó Wells.
Finalmente llegó Andrea Beltrán Bonilla, abogada de 25 años. Ella aseguró que la fundación es una excelente herramienta para solventar causas sociales que atentan contra la integridad de los quiteños y quiteñas.
“Necesitamos personas comprometidas, empáticas, respetuosas y amorosas con su ciudad. Los invito a todos a que celebremos con mucho amor, respeto y cuidado, y verán que juntos podremos mejorar aquellas cosas que hoy nos afectan”, concluyó Beltrán.
La última foto fue general, un pequeño saludo a la cámara y estaban listas para vivir un espectáculo que iniciará a las 20:00 este jueves, 27 de noviembre, en el Teatro Bolívar, entre la calle Espejo y Flores, en el Centro Histórico de Quito.
¿Cuántas ediciones se han realizado del certamen?
La elección de Reina de Quito se realizó por primera vez en 1959. Desde entonces, y considerando que el certamen solo dejó de realizarse en 2020 y 2021 por la pandemia, la edición que se efectuará este año corresponde aproximadamente a la 66.ª elección de Reina de San Francisco de Quito. (I)

































