Una segunda fase del proyecto que busca recuperar zonas del centro histórico de la capital está en marcha.
En octubre del año pasado, el Municipio de Quito informó que el plan de recuperación del centro histórico incluía arbolado urbano y ensanchamiento de aceras en alrededor de doce cuadras, poniendo énfasis en el eje de la calle Benalcázar.
El objetivo del plan es atraer a las personas de nuevo a esa zona de la ciudad, a los sitios abastecidos de servicios básicos y transporte público.
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Según el Municipio capitalino, la calle Benalcázar era uno de los ejes en los que se estaba interviniendo, pero el programa iba más allá, pues contemplaba doce manzanas en el corazón de la zona, donde se mejoraría la seguridad, el control, la iluminación, el seguimiento al comercio informal y habitantes de calle.
Para la nueva etapa, equipos técnicos del Municipio empezaron a socializar la fase 2 del plan de recuperación con cerca de 150 moradores de los barrios La Loma Grande, San Roque y La Victoria.
Esa fase incluye la ampliación de aceras, arborización a nivel de piso, mejoramiento de la iluminación en puntos estratégicos y colocación de señalización vial.
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Para el Municipio, con esa intervención habrá 2.830 metros cuadrados de espacio para el peatón y se trabajará sobre 2.000 metros lineales de vía. Se beneficiarían unos 200.000 habitantes.
El plan de recuperación urbana del centro histórico, a decir del cabildo quiteño, permitirá ofrecer calidad de vida, habitabilidad y espacios públicos adecuados.
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Los principales ejes de acción incluyen urbanismo, corredores verdes, movilidad sostenible y patrimonio natural y cultural.
Esto, argumentó, facilitará reactivar el turismo y dinamizar la economía. (I)