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Expertos recomendaron prohibir construcciones cerca de la quebrada donde ocurrió el aluvión, en el Concejo de Quito

Representantes de universidades presentaron informes sobre el desastre natural que se registró en La Comuna y La Gasca, en enero.

QUITO. Vista superior de la zona cero del aluvión ocurrido el lunes 31 de enero de 2022, que causó 28 fallecidos y más de 50 heridos, en el sector de La Comuna y La Gasca, en el centro norte de la capital. Foto: Alfredo Cárdenas

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Representantes de la academia realizaron la exposición de las causas que generaron el aluvión del 31 de enero de 2022. También realizaron recomendaciones para evitar otro desastre natural como el que se registró en La Comuna y La Gasca, que terminó con 28 personas fallecidas y más de 50 heridos.

En la sesión del Concejo Metropolitano de Quito se debatió por más de tres horas sobre los efectos que dejó el paso del aluvión. Según investigadores de universidades, la cantidad de lluvia y saturación del suelo generaron el desastre, aunque hicieron algunas puntualizaciones.

Según el informe entregado por la Universidad Central del Ecuador (UCE), a unos 700 metros arriba de la avenida Mariscal Sucre se encontró en la quebrada la existencia de escombros y basura en el tramo del cauce. Esto, debido a la interacción de viviendas que colindan con la quebrada El Tejado.

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Además, el texto sostiene que existen viviendas asentadas al borde de la quebrada, en el sector de la Comuna Alta, con un riesgo inminente de colapso ante la inestabilidad de la tierra. Los expertos y los ediles coincidieron en que se debe controlar y prohibir la construcción en la cercanía a esta quebrada.

“Las pendientes pronunciadas de la quebrada El Tejado desde aguas arriba generaron elevadas velocidades de este flujo de lodo, que conjuntamente con los volúmenes de sólidos de la zona urbana aguas arriba de la av. Mariscal Sucre ocasionaron el taponamiento de la captación del sistema de alcantarillado y el desborde hacia el barrio La Gasca”, sostiene dicho informe.

Según Diego Paredes, docente de la UCE, la lluvia generada el 31 de enero fue de 75 milímetros por metro cuadrado, la comparación fue que se registró el 50 % de la lluvia de todo el mes de enero.

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El experto recomendó implementar un monitoreo hidrometeorológico de la cuenca de esta quebrada y un sistema de alerta temprana para evitar la pérdida de vidas que se lamentó en el último desastre.

Liliana Troncoso, también de la UCE, sostuvo que el aluvión cubrió una zona de 3,15 kilómetros. La docente señaló que en el lado norte de la afectación se reportó un aumento de escombros y basura en el flujo de lodo, esto destacaron por un terreno que está ubicado bajo la cancha de ecuavóley, en lo que se llamó la zona cero y que según la denuncia de los miradores fue destinado como un depósito de escombros.

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Por otro lado, agregó que el parque Pambachupa fue un disipador de la fuerza del flujo del aluvión. Por ello recomendó que debe existir mayor cantidad de áreas verdes, pues ayudan a contener este tipo de deslizamientos.

Hasta este lugar fueron arrastradas algunas de las víctimas mortales, una de ellas fue Wilmer Moreira, a quien encontraron bajo escombros en la Unidad de Policía Comunitaria del sector.

Daniel Andrade, representante del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, expuso que el material fotográfico les permitió calcular que los desprendimientos de tierra se dieron desde los 4.000 hasta los 2.800 metros de altura.

Por el paso del lodo existió una erosión desde los tres hasta catorce metros de ancho, que se obtuvo en la zona baja de La Comuna. Además, puntualizó que el volumen de lodo que bajó fue de 30.000 a 35.000 metros cúbicos.

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Según el informe de la UCE, el volumen fue de 23.010 metros cúbicos, sin embargo, para Troncoso, un nuevo análisis les sugiere que fueron 15.000 metros cúbicos, esta cantidad la ubicaría como un flujo pequeño. “El desastre fue mayor por la exposición de que tenían las construcciones en este sector de impacto del flujo”, añadió

El texto concluye que la zona de impacto alcanza un área aproximada de 146.229,19 metros cuadrados y que la zona total de impacto fue de 787.053,89 m2.

Los ediles, por su parte, agradecieron la presentación de los representantes de la academia. Pero “a pretexto de una ley de comunas queremos hacer lo que nos da la gana”, dijo la vicealcaldesa Brith Vaca (independiente), al denunciar que a metros de la quebrada encontraron letreros con ofertas de venta de terrenos en el sector.

“Es verdad, lo que vivimos en el aluvión de La Gasca tiene un origen natural, pero también nos han dicho que tiene un componente antrópico y que es por el crecimiento desordenado de la ciudad, que se ha venido gestando desde los últimos 20 años”, agregó.

La concejala Paulina Izurieta (ID-Vive) dijo que no solo se debe estudiar desde la afectación de la naturaleza. “Nosotros tenemos que ver cuáles son los planes y procesos para que esto no vuelva a suceder”, expresó.

El alcalde Santiago Guarderas enfatizó en que no es suficiente un sistema de alarmas, sino la capacitación de los vecinos para que sepan cómo actuar ante un desastre de esta magnitud. También identificó la necesidad de mantener un comité de expertos y científicos para la disminución de riesgos. (I)

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