Una pequeña manzana roja fue el primer bocado que probó Lucas Campaña, un niño quiteño que había sido reportado como desaparecido en el cerro Puñay, en Chimborazo.

Ese cerro se encuentra a 148 km de la ciudad de Riobamba y, según el GAD de esa ciudad, está en medio del gran valle de Piñancay, donde se pueden apreciar atardeceres brillantes, acompañados de rayos que traspasan la gran llanura del litoral en tonos y colores únicos.

Puñay se deriva de dos vocablos cañaris: “pu”, que significa lugar, y “ñay”, nacimiento; traducido sería “lugar de nacimiento”, ya que aseguran que aquí se originó la nación cañari.

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El menor, de 11 años, fue encontrado en medio de una espesa vegetación. Al ser hallado le pusieron una chompa azul, se cambió de pantalón y en la cabeza le colocaron un gorro blanco y rosado.

El niño permanecía desaparecido desde el domingo 9 de noviembre, cuando estaba junto con su familia en esa montaña y desapareció.

En videos de redes sociales se lo ve aturdido y a punto de llorar. Mira a cuatro personas que estaban a su alrededor, quienes lo abrigaban con otra vestimenta por las condiciones climáticas.

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“Estoy vivo”, dice el niño, y le responden “sí”. Mientras se cambia de ropa le mencionan que ya está a salvo y que lo van a sacar del lugar.

Quienes lo encontraron comentan de huellas que habían identificado. Una mujer señala que sería necesaria una camilla para poder cargarlo. “Tenemos que salir para abajo, no para arriba”, comentaba.

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El niño devora la manzana y le dicen que hay muchas personas que lo están buscando. En una botella pusieron un poco de sal, que la mezclaron con agua para que el niño recupere las fuerzas por una probable deshidratación.

Comentan que tiene hambre y ella sugiere que le den un caramelo para que lo mastique.

Después le explican que había neblina y que hubo drones. Él responde afirmativamente cuando le dicen si durmió en una cueva de tierra, aunque se lo ve desorientado.

Le preguntan por qué se separó de su familia y menciona que estaba bajando solito y que, por donde encontraron una maleta, ahí se extravió. En el fondo de la conversación se oyen ruidos de pájaro. “Eres de ciudad y has aguantado”, le comentan.

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Por una serie de pendientes y porque el chico no podía caminar, personal policial lo bajó a través de un sistema de cuerdas en medio de piedras y una ligera lluvia.

La capitán de Policía Diana Gagñay Muñoz, de la Dinased de Chimborazo, sostuvo que, ante la alerta de una desaparición en el sector del cerro Puñay, se procedió a la activación del protocolo y búsqueda de personas, así como a la articulación de diferentes instituciones que implementaron su propia logística para la localización.

Aproximadamente a las 16:00 se localizó al niño con vida. Grupos especializados en montaña trasladaron al chico para recibir la atención del caso.

Stephanie Calvachi agradeció a la Policía que su hijo estaba bien, sano y por todo el operativo que han hecho, lo que permitió el rescate. Mencionó que estaba con el corazón muy feliz.

“Me siento muy feliz de que mi bebé haya aparecido, no hallaba qué hacer”, dijo.

Sostuvo que pensaron que, mientras estaban orando, él se adelantó y, cuando conversó con su hijo, le dijo que quiso adelantar camino, pero tomó otro rumbo y no por la vía por la que habían subido.

Refirió que el muchacho cree que el abuelito va a estar siempre para él y lo va a cuidar. Agradeció a comuneros que lo ayudaron.

El menor, que estudia en el séptimo año en una escuela fiscomisional, fue trasladado en una camilla por grupos de rescate a una ambulancia para que sea atendido. (I)