Quevedo, LOS RÍOS
A pocas horas de terminar el 2024, la venta de monigotes está en todo su apogeo. En Quevedo, cantón de la provincia de Los Ríos, los artesanos y quienes elaboran los tradicionales años viejos, permanecen en la calle Bolívar y Malecón.
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En el sitio, la comunidad puede conseguir una variedad de monigotes, así como juegos pirotécnicos.
Los precios varían dependiendo del tamaño y modelo del monigote. Hay quienes los ofertan desde los 5 hasta 100 dólares.
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En otros sitios de Quevedo, como la avenida Quito, Walter Andrade, redondel del Atacoso, avenida Guayaquil se han convertido en escenario para la exposición y venta de los muñecos.
Glenda Reyes, de 27 años, lleva ocho elaborando monigotes. La artesana contó que aprendió el oficio de su esposo, quien por más de 20 años junto con su familia se ha dedicado a ese arte.
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“Nosotros compramos los moldes y nos encargamos de confeccionar el muñeco, se lo rellena, pinta; anteriormente usábamos periódicos, pero ahora solo libros usados, cuadernos u hojas de bingos”, indicó Glenda, asegurando que hasta las 18:00 espera haber vendido sus monigotes.
Laura Vaca es otra de las comerciantes de la calle Bolívar. Ella dijo que pese a que las ventas no se igualan a las de otros años, la gente sigue la tradición de comprar un monigote para luego quemarlo en la medianoche.
Las ‘viudas’ son parte de la terminación del año, con su llanto peculiar, carcajadas y vestimenta tradicional roban una sonrisa a los clientes que llegan a los distintos sitios donde se comercializan los monigotes.
Carlos Gaibor lleva seis años caracterizando a las ‘viudas’. Dijo que para él se ha convertido en una tradición y espera hacerlo hasta que “Dios le dé vida”.
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En Babahoyo, la municipalidad realiza el concurso de monigotes gigantes, la noche de este 31 será la elección y se espera que la premiación sea el 6 de enero en la parroquia El Salto.
Pese al estado de excepción e inseguridad que abruma a los rioenses, el comercio se resiste a morir. Las calles de los trece cantones de Los Ríos permanecen llenas de comerciantes y consumidores en busca de regalos, atuendos y alimentos para festejar con esperanza la llegada de un nuevo año. (I)