El movimiento en el sector El Tambo, cantón Pelileo, provincia de Tungurahua, donde se ubican más de 200 locales de venta de prendas jean, es casi nulo. Los fabricantes de las afamadas confecciones dicen que ni siquiera en el pasado feriado de carnaval hubo afluencia de clientes, como anhelaban, para en algo recuperar las pérdidas que sufren desde que comenzó la pandemia del COVID-19 en el territorio de Ecuador.

Byron Martínez, presidente de los locales de El Tambo, calificó la situación como crítica. Reconoció que al no ser las prendas de vestir un bien esencial para las familias, las adquisiciones de estos productos han quedado relegadas a segundo plano.

Comentó que la afluencia de compradores ha llegado máximo al 30% del número que había antes de que comience la pandemia, hace un año. Agregó que las ventas mejoraban mucho en los feriados porque al ser Pelileo un puente entre la Sierra y la Amazonía había gente que pasaba comprando o también se tenía a quienes viajaban únicamente por adquirir las prendas.

Publicidad

“Eso cambió y en la actualidad es escaso, mínimo”, lamentó el dirigente Martínez.

Textileros de Pelileo se asentaron en Durán, donde esperan a sus clientes con variada oferta

Explicó que frente a la actual situación, la producción de las prendas se redujo en más del 60%, lo que también, aseguró, ha incidido en el despido del personal que trabajaba en los talleres como también en los locales.

“Algunos se han visto obligados a cerrar por la falta de recursos económicos para solventar los gastos”, prosiguió.

Publicidad

Martínez aseguró que incluso anteriormente con los proveedores de los insumos se trabajaba a crédito, pero que ahora no hay esa posibilidad porque ellos tienen recelo de que algo pueda pasar con los deudores y no tengan la posibilidad de recuperar esos dineros.

Indicó que entre los productores de prendas jean muy pocos se dedicaron a la elaboración de productos que se necesitan para protegerse de un posible contagio del COVID-19, que al comienzo de la pandemia el uso de los trajes de bioseguridad fue como una novedad, pero que luego se dijo que no eran necesarios, que por eso la fabricación de estas prendas fue limitada.

Publicidad

Decesos disminuyen en Tungurahua, pero médicos piden a la gente no confiarse de la pandemia del COVID-19

Señaló que mientras en los locales no hay la salida de las prendas, los tributos no se han dejado de cobrar, que en el caso del Municipio de Pelileo no ha tomado en cuenta la difícil situación que pasan por lo de la pandemia y han cobrado los mismos impuestos, así como la reciente aplicación del 2% del impuesto a las ventas (por parte del Servicio de Rentas Internas), lo que ha hecho que sean golpeados mucho más.

“Las autoridades deberían ponerse en nuestros zapatos, porque al parecer no se dan cuenta del diario vivir que pasamos porque tenemos bastantes limitaciones, entonces deberían darnos todo el apoyo, brindar asesoramiento para mejorar la salida de la producción porque tenemos trabajadores y proveedores de insumos que dependen de nosotros y a la población hacer el llamado para que consuma lo nuestro”, añadió el dirigente.

Despidos

Nelson Vinueza, productor de prendas jean desde hace 22 años, comentó que por la difícil situación, ante la disminución de las ventas en alrededor del 80%, de 17 personas con las que trabajaba se quedó solo con el cortador, que se vio obligado a despedir a las demás.

Publicidad

Manifestó que sus principales clientes son del norte del país, que en la Navidad del 2020 en algo reaccionó el mercado porque llegó a vender un poco más, pero que no alcanzó ni al 50% con relación al 2019.

Argumentó que hay productores que ante la situación difícil prefieren hacer prendas de menor costo, que se pueden encontrar pantalones jean incluso de $ 7, al advertir que hay talleres y maquinaria que se encuentran abandonadas con una o dos personas que trabajan cuando se les llama para hacer trabajos eventuales. (I)