El Municipio de Quito informó que implementó la denominada Escuela para Madres y Padres en las 20 unidades educativas municipales (UEM).

Es una estrategia con la que se aborda la prevención de la violencia, derechos, ambiente y salud, indicó.

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En los últimos días se han presentado hechos de violencia tanto dentro como fuera del ámbito educativo.

Hubo una violenta agresión de una alumna a otra en el parque Itchimbía y un estudiante, de 14 años, ingresó con un arma de fuego al salón de clases en un colegio del norte de Quito. Ambos casos no fueron en instituciones municipales.

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Según la Secretaría de Educación del Municipio capitalino, se continuará trabajando con las tres comunidades educativas: sensibilización con los alumnos, reforzar los protocolos con los docentes y la detección de alertas tempranas con los padres.

Anunció además que se reforzarán talleres con los estudiantes.

La entidad señaló que hay una constante capacitación a los docentes y padres de familia para la detección temprana y la atención.

En el Concejo Metropolitano se realizó el primer debate del proyecto de una ordenanza para la convivencia pacífica en las instituciones educativas municipales, la cual tuvo la participación de estudiantes de varias instituciones educativas municipales.

La iniciativa debe ir a un segundo debate y, de ser aprobada, será implementada de manera inmediata en el subsistema educativo municipal, agregó.

El cabildo mencionó que el sistema de educación municipal es el único en el país que cuenta con un sistema de salud en cada una de las unidades educativas locales, consta de médico general, nutricionista, enfermero y un psicólogo que hace atención preventiva, correctiva o de abordaje en el caso de que se presente un acto de violencia.

Además, frente a la violencia escolar está la aplicación inmediata de protocolos y rutas de actuación, así como la presencia activa de los departamentos de Consejería Estudiantil (DECE).

Asimismo, la formación en prevención del acoso escolar, resolución pacífica de conflictos, cultura de paz y habilidades socioemocionales, todo con enfoque de derechos y de género.

Adicionalmente se hace un seguimiento personalizado a estudiantes con antecedentes de conflictividad, bajo rendimiento o situaciones de vulnerabilidad mediante la articulación de acciones con las familias y redes de apoyo.

Se abordan espacios de participación activa de madres, padres y representantes legales en actividades de convivencia y formación.

En casos críticos o reiterados hay una coordinación con la Junta de Resolución de Conflictos, Juntas Metropolitanas de Protección de Derechos, Policía Nacional, Secretaría de Inclusión y otras instancias.

Para el control y el acompañamiento en salidas pedagógicas, eventos o ingreso y salida de las unidades educativas se ejecuta la coordinación con las autoridades institucionales y comunitarias, sostuvo el cabildo. (I)