Esmeraldas

Con un fuerte invierno que golpeó zonas del Litoral, y por la falta de mantenimiento durante los dos años de la pandemia, hay planteles fiscales en la Costa que requieren arreglos, reparaciones o renovación de la infraestructura.

Las clases en el fisco empiezan este 6 de mayo, pero ya desde semanas atrás padres de familia han estado realizando mingas en un intento de mejorar las condiciones para que sus hijos puedan ir a clases. Los esfuerzos, sin embargo, no logran solventar todo lo que se requiere para que esas escuelas estén en óptimas condiciones. También inquieta la condición de las vías en áreas rurales que sirven para llegar a las escuelas.

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En el establecimiento de educación especial Guiomar Vera, en Esmeraldas, los padres de familia piden materiales para reparar la cubierta metálica que está sobre el lugar donde los alumnos realizan sus actividades recreativas.

En esta jurisdicción se matricularon más de 67.000 alumnos para este nuevo ciclo escolar, que será presencial desde el 6 de mayo.

Romel Ruiz, director distrital de Educación de Esmeraldas, indicó que se revisa el mobiliario y equipamiento necesario que estuvo abandonado por los dos años de cierre por la pandemia.

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Los establecimientos habilitados son 111 fiscales, 17 fiscomisionales y 17 particulares. En este informe se incluyen los establecimientos Luis Vargas Torres y Margarita Cortez, que tuvieron albergados por los sismos del 26 y 27 de marzo pasado.

Además, entre los edificios de los 145 establecimientos que necesitan reparación de daños por los movimientos telúricos, tres de ellos serán intervenidos, dijo el funcionario. También se analiza con brigadas de vacunación del MSP inocular con la segunda dosis y la de refuerzo a los estudiantes que aún faltan.

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Mobiliario escolar de la unidad educativa 10 de Agosto de la ciudad de Esmeraldas. Foto: El Universo

Vías y servicios básicos en San Lorenzo

En la zona rural de San Lorenzo del Pailón, frontera norte de Esmeraldas, faltan caminos vecinales, agua potable y alcantarillado sanitario para el buen funcionamiento de las escuelas, indicaron moradores.

En esta zona fronteriza, unos 17.000 alumnos culminaron el año lectivo anterior. Por la pandemia se conformaron las brigadas pedagógicas con el apoyo logístico del Municipio de San Lorenzo.

Las zonas de difícil acceso para la movilidad de los docentes y estudiantes son Mataje, Santa Rita, San José de Cachaví, Cauchal y Palma Real. Celeste Ramírez, moradora de Santa Rita, reclamó a la Prefectura de Esmeraldas el anillo vial de quince kilómetros.

La prefecta Roberta Zambrano ofreció iniciar 6 de los 40 kilómetros desde Carondelet hasta San Javier de Cachaví.

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Además, se instalaron 143 puntos wifi en toda la provincia verde, que ayudaron a los alumnos rurales con la conectividad en sus clases.

Padres de familia y alumnos buscaban días atrás información en el Distrito de Educación de Esmeraldas sobre el traslado en los establecimientos fiscales. Foto: El Universo

Las dificultades por el invierno

Aguas estancadas y lodo acumulado por las lluvias se observan en algunas calles de la zona urbana de la ciudad de Muisne, en el sur de la provincia de Esmeraldas.

La situación inquieta a padres a las puertas del inicio de clases en el fisco. Madres de familia se han caído al pasar de las veredas a los establecimientos escolares para ratificar la matriculación en línea de sus representantes.

Uno de estos percances le sucedió a Emerita Revelo cuando fue a verificar el cambio de establecimiento de dos de sus hijos, desde la ciudad de Esmeraldas a Muisne. “Pasaba la calle cuando me resbalé y caí en un charco de agua estancada frente a la escuela Vicente Rocafuerte”, comentó.

Otros tienen que usar botas de caucho, bicicletas o movilizarse en tricimotos que les cobran $ 0,50 por pasajero. La preocupación es por la movilidad de los alumnos que no tienen dinero para viajar en tricimotos, a quienes les toca caminar desde sus hogares hasta las unidades educativas del Milenio, Vicente Rocafuerte, Hellen Keller y fiscomisional Luis Gonzaga.

Yajaira Castillo, directora de la escuela básica Hellen Keller, estimó que unos 700 alumnos recibirá este plantel en este nuevo ciclo escolar, es decir, un promedio de 45 estudiantes por aula. Para llegar a este plantel se construyó una acera en el proyecto de regeneración urbana, hace años. No así en la Vicente Rocafuerte, ubicada frente al hospital Carlos del Pozo Melgar, que tiene dificultades con la calle por el agua y el lodo.

Con la participación de padres de familia y docentes se han realizado mingas de limpieza y mejoramiento de aulas. Pero las infraestructuras de las unidades escolares 3 de Octubre y Alfredo Pérez Guerrero siguen abandonadas desde el terremoto de abril de 2016. En la escuela 3 de Octubre hay familias albergadas, porque perdieron sus viviendas hace más de seis años.

Con la creciente del río Repartidero, de la parroquia San Gregorio, se inundó parte de la población Palma Real, incluido el establecimiento del lugar, el viernes pasado. Cruz Ortiz, docente, comentó que se dañaron anaqueles, escritorios y computadoras, el viernes pasado.

El alcalde Tairon Quintero reconoce la carencia de obras en el cantón Muisne, que tiene ocho parroquias y unos cien recintos en la zona rural. Lo justifica por las deudas, de unos $ 20 millones, por varios conceptos que tiene el Municipio de administraciones pasadas. En el área urbana se inició con el adoquinado en algunas calles, y continuará una vez que culminen las pruebas del sistema de agua potable y conexiones domiciliarias en unos dos meses más.

La isla de Muisne fue declarada zona de riesgo ante la probabilidad de un tsunami, y la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGRE) planteó la reubicación de sus habitantes mediante resolución N.º SGR-073-2016. Por presión de sus pobladores, la Corte Constitucional dejó sin efecto este acuerdo en el 2018. (I)