Hace 1.500 años, aproximadamente, en el sitio Santa Teresa de la parroquia Charapotó, varias personas armaron montículos de tierra donde enterraban a sus familiares y hacían rituales funerarios. Hoy, en ese mismo lugar, la gente del sitio cuenta detalles de esos rituales y explica, además, cómo hasta ahora siguen encontrando restos de los difuntos.