A una semana de que el paro indígena terminó, la ciudadanía en Ambato aún camina por diferentes sitios de distribución en busca de gas de uso doméstico.
Francisco Daquilema, junto con un grupo de personas, estuvieron en la parte exterior del mercado central esperando a que llegara el carro repartidor para comprar un cilindro de gas y poder preparar sus alimentos.
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“Necesitamos el gas, y no hay por ningún lado. Lo que estamos pasando es una situación grave, porque no se tiene ni siquiera para preparar las comidas para los niños; ellos no esperan. Por esa razón, cuando hay poco dinero vamos a comer en un restaurante, y otros días toca aguantar el hambre con alguna cosa”, manifestó Gloria Rosero.
Carmen A. dijo que caminó por algunos lugares en busca de un tanque de gas, pero no encontró. Dijo que algunos familiares le contaron que pagaron entre $ 4 y $ 5 para que le proveyeran de uno, algo con lo cual no está de acuerdo, puesto que el precio oficial es de $ 1,60.
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El gobernador de Tungurahua, Fernando Gavilanes, expresó que los 18 días de paralización provocaron que haya déficit de venta del gas de uso doméstico; que está siendo atendido, pero que no se lo puede solventar de la noche a la mañana.
Ante aquello pidió comprensión a la población e indicó que en la provincia se comercializan 12.000 cilindros al día.
Por su parte, Fernando Bustamante, delegado zonal de la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero, aseguró que con seguridad en los días de la siguiente semana se normalizará la venta de gas a la colectividad de Tungurahua. Mencionó que, apenas se terminó el paro indígena, se comenzó a movilizar la logística para el almacenamiento, envasado y despacho del producto.
Contó que incluso se recuperó el 100 % de la capacidad operativa en las plantas de envasado en Ambato, Salcedo y Riobamba, con el fin de colocar mayor cantidad de gas en las provincias de la zona.
Sostuvo que para satisfacer la demanda actual en Tungurahua no solo bastan los 12.000 cilindros diarios, sino que se están distribuyendo por sobre las 15.000 unidades, ya que durante el paro hubo una especie de desfase que se prevé ajustar en los próximos días.
Bustamante explicó que se hacen operativos con la Intendencia de Policía de Tungurahua porque recibieron denuncias de que el gas se distribuye en horas de la noche con el fin de cobrar más. Hubo dos distribuidoras sancionadas; en una de ellas se vendía el producto en entre $ 3 y $ 3,50. (I)