La semana empezó con intenso frío y lluvia en la capital. El lunes 31 de enero, el cielo ha permanecido nublado, gris y con niebla, al igual que ocurrió durante todo el fin de semana. Desde la mañana las precipitaciones, si bien han sido moderadas, no se han detenido.
Las personas caminan por las calles con ropa abrigada o impermeable. Algunos usan paraguas, bufandas, guantes, botas. Dentro de los hogares también se siente frío. Los usuarios de redes sociales compartieron mensajes sobre la sensación que les producía la baja temperatura.
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Según un reporte del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), este día el ambiente en Quito llegó a los 10,7 grados centígrados,
En el Boletín Meteorológico 003 del Inamhi se pronosticó que entre el 26 y 31 de enero en el callejón interandino se presentarían lluvias puntuales en localidades cercanas a la estribación de cordillera occidental.
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El Instituto advirtió que se puede producir acumulación de agua en hogares, negocios y caminos susceptibles. También las vías podrían verse afectadas por agua estancada, deslizamientos de tierra y niebla. Además, debido a la niebla la visibilidad puede atenuarse.
Con estas condiciones climáticas, el Cuerpo de Bomberos recomendó a los conductores de vehículos reducir la velocidad y encender las luces.
Hasta las 15:05 no se reportaron emergencias o novedades relacionadas con las lluvias en la capital, informó el Sistema Integrado de Seguridad ECU911.
La última semana de enero en Quito los días han sido nublados y con aguaceros. El fenómeno responde a que en este mes se atraviesa por la estación lluviosa, que viene cargada de humedad y nubosidad. Lo habitual es que los chubascos sean frecuentes, explicó Vladimir Arreaga, analista de pronósticos del Inamhi.
No obstante, debido a variaciones atípicas en la circulación del viento, durante gran parte de la primera quincena del año el cielo lució despejado y soleado, el clima era caluroso. La temperatura más alta registrada fue de 25 grados, de acuerdo con los reportes oficiales.
Arreaga describió que cuando las masas de aire provienen desde la cuenca brasileña y el sur de Colombia hay más humedad en el ambiente, lo que hace que las nubes se carguen y eso da paso a las lluvias.
Sin embargo, en los primeros días de enero la corriente del aire se trasladó desde la parte del océano Pacífico. “Esas masas se caracterizan por ser secas, lo que origina que tengamos condiciones soleadas, con poca nubosidad”, detalló.
La contradictoria circulación del viento se atribuye a la variabilidad climática, que consiste en que los sistemas atmosféricos no están teniendo el mismo comportamiento como en años anteriores, señaló el analista del Inamhi. (I)