La supervisora de la Agencia Metropolitana de Control (AMC), Lira Villalva, se pronunció ante el accionar de los agentes de control, quienes habían retirado los productos de dos vendedores de la calle, hechos que habían sido registrados en video por la ciudadanía.

En ambos casos, la supervisora mencionó que los comerciantes fueron advertidos en varias ocasiones, y que no habían hecho caso a las autoridades de retirarse o de adquirir los permisos correspondientes.

Además, comentó que los ciudadanos habían puesto resistencia a los pedidos “cordiales” de los agentes de control.

Publicidad

“Nuestros agentes le dicen: ‘madrecita, ya le advertimos’”, aclaró Villalva, quien recordó que los uniformados también recibieron agresiones por parte de los vendedores.

Un inspector fue agredido por comerciante en medio de un control en el sur de Quito

Varios son los problemas que se desprenden del comercio de la calle no regularizado; entre ellos, el que los ciudadanos no puedan circular con facilidad en las veredas, el ambiente de inseguridad que se genera y la criminalidad que se oculta tras la venta de productos ambulantes.

Las denuncias ciudadanas no solo son hechas a favor de los vendedores ambulantes no regularizados, aclara la supervisora, sino que todos los días la AMC recibe llamadas de los quiteños advirtiendo sobre comerciantes que no permiten la circulación correcta y segura de los peatones.

Publicidad

La AMC está encargada del cumplimiento de las ordenanzas municipales, las cuales dictaminan que en Quito está prohibido ejercer el comercio autónomo sin un permiso en el espacio público.

Existen espacios en los que no está autorizada la venta ambulante, como es el caso del centro histórico.

Publicidad

La AMC tiene la facultad no solo de hacer controles y operativos, también de sancionar con multas de hasta 230 dólares o realizar trabajo comunitario como parte del cumplimiento de la multa, con la limpieza de parques y recuperación de espacios públicos.

A pesar de que el Municipio ofrece constantemente lugares donde la gente de la calle pueda vender de manera adecuada sus productos, como mercados o ferias, la venta ambulante no regularizada sigue en crecimiento.

Desde el mes de enero del 2024, la AMC empezó con una nueva modalidad para poder manejar el problema de los comerciantes no regularizados, en el que se les advierte de manera verbal que deben retirarse del espació público.

La primera boleta, de color amarillo, es la advertencia más leve que emite la agencia de control. En caso de no obedecer a este llamado de atención, proceden a entregar una naranja, con la cual se informa que, de no obedecer, la próxima visita de los agentes de control será para retirar la mercancía de los vendedores ambulantes.

Publicidad

“Nosotros no hacemos los operativos de manera deliberada, lo hacemos después de levantar información de los lugares donde ya hemos entregado estas actas de advertencia”, mencionó la supervisora de la AMC.

A pesar de que esta entrega de boletas no sea impuesta por la ley, y más bien sea pensada como manera preventiva, se la aplica como un nuevo modelo de gestión con el que empezó a actuar esta nueva administración.

La ley faculta a los agentes de control a retirar la mercancía desde el primer momento en que se observe que hay un incumplimiento de la norma.

Lira Villalva aclaró que “la Agencia de Control no se roba nada, retira la mercancía con un debido proceso justificado en la ley y espera a que los comerciantes puedan obtener de vuelta sus productos”.

Para hacer el respectivo retiro, los vendedores de la calle deberán acercarse a la agencia municipal y pagar la multa. Si se cumple el tiempo establecido por la ley y el ciudadano no ha retirado sus productos, Villalva afirmó que estos son entregados como donaciones a distintas fundaciones. (I)