Sucre, MANABÍ

En el sitio Santa Clara de la parroquia San Isidro (cantón Sucre) se construye un sitio que pretende rescatar las costumbres de los antepasados de esta zona: la Casa Montubia.

Publicidad

Detrás de esa iniciativa está el párroco Juan Ramón Echevarría Borobia, sacerdote vasco, que tiene 45 años en Ecuador.

El cura ha provocado el entusiasmo y el amor a la cultura entre los jóvenes y ha transmitido a los mayores que es posible rescatar la identidad cultural.

Publicidad

Pueblos mágicos, a menos de dos horas de Quito para visitar el fin de semana

Echevarría cumplió el viernes 7 de octubre 72 años y está convencido de que es posible contar con un museo que acoja las raíces de la identidad montuvia manabita.

Para eso cuenta con un gran equipo de colaboradores que recorren las zonas rurales del cantón Sucre entrevistando a decenas de personas del campo.

Como párroco en Ecuador ha estado en ciudades como Bahía de Caráquez, Pedernales (Manabí) y en la provincia de Los Ríos. Dice que escogió San Isidro por la mayor acogida a su propuesta y en los cinco años que lleva el proyecto se ha mostrado la unidad, organización y participación de los habitantes de la zona.

Es director ejecutivo de la fundación Raíces y Sueños de San Isidro como se denomina el proyecto. Hay casi 40 socios. Se ha identificado con el estilo de vida de la gente del campo. En Baba, en la provincia de Los Ríos, formó un grupo folclórico.

Sacerdote vasco trata de rescatar la cultura de zona manabita. Foto: Cortesía Fundación Raíces y Sueños de San Isidro

“Se llamará la Casa Montubia porque habrá cocina, comedor, sala, habitaciones, bodegas y se expondrá toda la vida cotidiana de una familia montuvia, desde sus herramientas de trabajo”, asegura.

Según el religioso, a través de un permiso pastoral está dedicado al proyecto para investigar más a fondo las raíces de la cultura montuvia. Es un trabajo de voluntariado. Hay un grupo de 50 jóvenes. Estudiantes de la Universidad Católica de Quito que ayudan a hacer las transcripciones de los audios.

Tienen 525 historias de vida con adultos mayores. Se recogen la tradición oral como historias, cuentos, versos, amorfino, leyendas. Asimismo, sobre medicina natural y gastronomía ancestral de San Isidro.

Unos 20 estudiantes de la Uleam de Bahía de Caráquez están apoyando en la recopilación de las recetas ancestrales.

Nuevo sistema de agua potable en Misahuallí abarcará a 30 comunidades

El proyecto lleva cinco años y está en el 50 % que corresponde el comienzo de la construcción del museo que acogerá la cultura montuvia. Además han creado cinco escuelas de arte (música, pintura, cine, danza y teatro) con 250 niños y jóvenes.

Son 12 hectáreas de terreno donde se construyen los espacios como el museo, criadero de chancho, granja de pollos, huerto con plantas medicinales. Han contado con el apoyo de la Alcaldía de Sucre, y se gestiona la ayuda con el Gobierno Provincial de Manabí, argumentó el sacerdote.

“Contamos con la motivación y el talento de los niños y jóvenes con la implicación de los padres de familia, con un grupo de profesores enamorados de este proyecto y un grupo de socios de la fundación apasionados de su cultura ancestral y del potencial cultural”, indicó.

Una comisión de la fundación es la encargada de recoger piezas como utensilios utilizados en las comunidades y exhibirlos el Museo de la Cultura Montubia de San Isidro.

Una balanza antigua que formará parte de las piezas que se expondrán en el museo. Foto: Cortesía Fundación Raíces y Sueños de San Isidro

Nancy Ferrín Vera, de 66 años, entregó un alambique que data de más de 100 años y algunos datos de la historia de su familia.

Esta idea de tener un museo es importante, ya que San Isidro es una parroquia donde aún se mantienen muchas tradiciones y en años anteriores fue escenario donde hubo asentamientos de las culturas Valdivia, Machalilla, Chorrera, Manteña, Tolita, Jama-Coaque.

Marconi Rosales, con sus 90 años, hizo una demostración de cómo se raja la leña para el horno de cocinar en el campo. Estas historias están siendo recogidas para exhibirlas en el museo cuando ya esté en funcionamiento. (I)