“Vamos a promover una carteleada diversa, donde proporcionaremos cartones, hojas, pliegos, pinturas para que los jóvenes ingresen al espacio y se preparen para la marcha”, contó Sofía Brito, activista de Diálogo Diverso, como una de las principales actividades que tendrá la Marcha del Orgullo 2025 en el preámbulo de la caminata.
Desde las 09:00 del sábado 28 de junio, en la Plataforma Gubernamental Norte, en la avenida Amazonas y Naciones Unidas, se montará una pequeña tarima para la presentación de una DJ de la organización y, posteriormente, la marcha comenzará por toda la avenida Amazonas a las 12:30.
“En ese lapso de tiempo irá llegando toda la gente, carrozas, festivales, chivas y demás, porque a las 12:30 está puesta la convocatoria; sin embargo, por temas de permisos, puede ser que la marcha empiece a las 13:30”, explicó Sofía.
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Una vez todo organizado, la caminata recorrerá la avenida Orellana, En la av. Colón y a la altura de la Luis Cordero los vehículos adornados se retirarán para que las personas continúen hasta la avenida 18 de Septiembre caminando.
“Toda esa zona va a tener una tarima principal en la Jorge Washington y una tarima más pequeña en la Veintimilla, además de espacios móviles con música”, añadió la activista.
El tercer aspecto de esta marcha se lo podrá apreciar desde las 15:00 hasta las 20:00, hora prevista para que se terminen varios espectáculos artísticos en carpas y la feria de emprendimientos que vestirán las aceras en el sector de La Mariscal.
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Malony Chávez, presidenta de las trabajadoras transexuales en Quito, indicó que existe cierto oportunismo con la Marcha del Orgullo, ya que ahora se la utiliza como estrategia de marketing y no como un espacio para exigir inclusividad y empatía.
“Los derechos que hemos conseguido nosotros, como transexuales, los gozan otras personas, porque aún existen estigmas en la educación, en el trabajo. Entonces, las mujeres trans tenemos derechos avanzados, pero no ganados”, enfatizó.
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Por su parte, la activista Sofía Brito miró con ojos de tristeza el poco avance que la sociedad ha tenido, a pesar de tener un código de no discriminación en la Constitución para los grupos LGBTIQ+.
“Aún la sociedad nos sigue discriminando y violentando, es real y general, pero en mujeres lesbianas los signos de inseguridad son más grandes. Por ejemplo, en el hogar todavía existe violencia para nosotras”, añadió Brito. (I)
