El sector del norte de Guayaquil donde la tarde del martes 14 de octubre un coche bomba explotó es uno de los más emblemáticos de la ciudad.
Es una zona relativamente nueva, desarrollada hace unos 25 años cerca del aeropuerto. Es conocida como Ciudad del Sol, pues allí se levantó el centro comercial más grande de la ciudad, Mall del Sol.
Justo frente a ese concurrido centro comercial, que diariamente recibe miles de visitantes, dejaron dos carros con explosivos: uno estalló y el otro fue neutralizado.
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En el área del mall hay edificios que albergan tres hoteles de cadenas internacionales, torres de oficinas ejecutivas y corporativas, y edificios de departamentos.
Todas esas edificaciones se han desarrollado en las últimas dos décadas y hay otras en plena construcción.
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Gran parte de ese desarrollo ha sido impulsado por Pronobis, empresa del Grupo Nobis, de la empresaria Isabel Noboa, tía del presidente Daniel Noboa.
La camioneta que detonó, pasadas las 18:30 del martes, estaba en un área cercana al edificio 100 Business Plaza, entre el hotel Sheraton y el edificio Nobis, al frente de Mall del Sol.
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Ese edificio es uno de los más nuevos de la zona. Tiene la particularidad de tener forma de barril y una fachada de vidrio. La onda expansiva afectó parte de su fachada y la de otras edificaciones cercanas.
El ministro del Interior, John Reimberg, dijo que en el área había dos vehículos: uno detonó, mientras que el segundo contenía una cantidad de explosivo que se neutralizó de inmediato.
El equipo antiexplosivos de la Policía Nacional llegó al sitio para realizar detonaciones controladas y peritajes con el fin de determinar el tipo de explosivo.
Reimberg añadió que no se trataba de un artefacto artesanal, sino de elementos de fabricación profesional, presuntamente elaborados por grupos delincuenciales que buscan ocasionar caos en el país.
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Por la explosión hubo un muerto y varios heridos.
La víctima fue identificada como Wellington Benítez, un taxista que brindaba servicio en los exteriores del centro comercial, frente al sitio de la explosión.
Un taxista, amigo de la víctima, contó que, al ver el auto incendiarse, varios compañeros cruzaron y se acercaron para ver si podían ayudar en la emergencia.
Dijo que su compañero aún estaba del lado de enfrente cuando el vehículo detonó y un pedazo de metal acabó con su vida.
“Yo estaba grabando el incendio del vehículo; de ahí me retiré. A los cinco minutos eso explotó y todas las partes del vehículo salieron volando... caían del cielo, y a mi amigo le cayó un pedazo grande de metal”, lamentó el hombre, quien tenía una herida en la oreja derecha.
El gobernador del Guayas, Humberto Plaza, calificó la explosión del carro en el norte de Guayaquil como un acto de terrorismo. “Esto es terrorismo puro y duro”, dijo el representante del Ejecutivo.
Plaza señaló que se les dará cacería a quienes realizaron esto: “Daremos con estas personas, se las buscará debajo de las piedras”, mencionó. (I)
