Cuenca

Un alivio parcial llegó para los habitantes de la parroquia rural Sayausí, afectada desde el pasado domingo por un deslave. La mañana de este miércoles, 30 de marzo, se habilitó un carril para la circulación vehicular de quienes ahí habitan o trabajan.

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Sin embargo, la emergencia se mantiene por la cantidad de damnificados que aún están en albergues o casas de familiares.

En medio del desastre, la habilitación del carril es alentadora porque permitirá la entrega de raciones alimenticias y otras ayudas básicas que los ciudadanos están donando al conformarse un corredor humanitario. El alcalde de la ciudad, Pedro Palacios, mencionó que este será un paso con objetivos específicos, para enviar ayuda a quienes más lo necesiten.

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En medio del dolor afectados por el deslave en Sayausí entierran a sus familiares; ayuda se distribuye desde centro pastoral

En un inicio, el paso se permitirá a vehículos livianos, de emergencia y asistencia de manera controlada, porque alrededor de este carril hay una gran cantidad de rocas, lodo y piedras, que representan un peligro.

Laura Chimborazo vive en el sector de Marianza, junto a la montaña de tierra, y sintió alivio por esta apertura, porque estaba incomunicada con sus familiares, lo que la tenía ansiosa. Su nueva preocupación es recuperar su fuente de trabajo.

Ella vende truchas a los turistas, y con su esposo examinaron el área donde tenían su criadero: por la caída de la montaña se quedaron sin nada.

Calcularon que se les fueron al río algo más de 70.000 peces, lo que en dinero representa un promedio de $ 50.000.

Mientras cruzaba por el paso habilitado se detuvo unos segundos para mirar los escombros en los que quedó la escuela que, según comentó, su padre ayudó a construir y en la que ella se educó.

Se dio la vuelta; veía las grandes rocas que están a su alrededor y sabía que nada volverá a ser igual, aunque limpien la vía. Así como ella, la gente del sector pasaba con niños o animales en brazos, rescatando lo poco que podía.

Enormes rocas rodean el paso que se habilitó la mañana de este miércoles. Foto: El Universo

Para lograr este objetivo se trabajó con nueve máquinas, entre retroexcavadoras y volquetes, que permitieron desalojar cerca de 5.000 metros cúbicos de material, informó Pablo Reyes, director municipal de Obras Públicas.

Pero, aparte de la limpieza, se reforzó el talud principal con la construcción de varios muros de escollera.

Esto también gracias a una minga en la que participaron las prefecturas de Azuay, Cañar, el MTOP y el contratista privado que estabiliza el kilómetro 49 de la carretera Cuenca-Molleturo.

Sobre las causas del aluvión, en el Municipio de Cuenca y el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) hay una coincidencia.

El alcalde Pedro Palacios refirió que en los análisis de tierra realizados no se hallaron intervenciones antrópicas realizadas por la mano del hombre, sino que todo fue causado por fenómenos naturales.

Esta versión fue avalada por el subsecretario del MTOP, Mario Barsallo, quien afirmó en radio Tomebamba que luego de los análisis técnicos especializados se determinó que todo se originó por lluvias inusuales y prolongadas que modificaron las microcuencas en la parte alta de la montaña.

Los afectados por el deslave en Sayausí, en Azuay, esperan ayuda en medio de un escenario desolador

Otro factor que se constató es que no se modificaron pasos de agua naturales.

Otros problemas

Pero el invierno también golpea a varios cantones de Cañar y Azuay. Uno de los sectores referidos es Sageo, parroquia perteneciente al cantón Biblián, donde el caudal del río Burgay colapsó un puente y dejó en riesgo dos más. El alcalde de esa población, Guillermo Espinoza, confesó su preocupación por ver que el caudal subió de una manera inesperada.

Asimismo, en Girón, Azuay, hay serios inconvenientes en la carretera estatal que conecta esta localidad con el cantón Pasaje, provincia de El Oro, según se informó desde el MTOP. Un punto que genera alta preocupación es el kilómetro 30,5, cerca del puente Santa Ana, porque el asfalto en uno de los dos carriles se cae a pedazos cada vez más grandes. (I)