El 100 % del agua potable se ha restablecido en las seis parroquias afectadas del sur de Quito, según las declaraciones del alcalde Pabel Muñoz durante su intervención en el enlace Frecuencia quiteña de este lunes 28 de julio.

La instalación de los 350 metros de tubería en el sector del sistema Mica, en el páramo del Antisana, la realizaron 100 hombres que analizaron el problema causado por un deslizamiento de tierra que provocó la rotura de la conexión hídrica hasta la planta de tratamiento El Troje.

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Muñoz recalcó que fueron 31 tubos de 12 metros cada uno y 2,5 toneladas de peso. Estos fueron armados y sellados la madrugada del miércoles 23 de julio para que el primer flujo de agua viaje desde la laguna de Mica hasta El Troje.

“Imaginemos lo que es 31 tubos que había que soldar bajo una estrategia de termofusión para que nos puedan dar los 350 metros, y después, cuando esto estaba, imagínense lo que es mover el tubo. Lo tomaron en distintas partes y luego lo colocaron”, indicó el alcalde.

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En turnos de hasta doce horas, con nueve retroexcavadoras y bajo un clima en contra de hasta -4 grados centígrados, el principal de Quito mencionó que el objetivo está cumplido y espera no volver a afrontar una crisis de tal magnitud.

“Entre La Mica y la planta de potabilización hay 46 kilómetros y existen 23 válvulas de aire, a las cuales tuvimos que limpiar para evitar que fango y escombros se cuelen en la tubería”, continuó Muñoz.

El alcalde aseguró que todos los barrios de Quito que se abastecen de agua potable desde El Troje ya tienen el servicio. Sin embargo, aquellos que no están regularizados se mantienen con intermitencias, porque jamás han tenido el servicio.

“¿Qué sí puede pasar? Que hay barrios que nunca han tenido agua porque no están regularizados, y la ley nos impide llegar con el servicio. Por eso la importancia de regularizar rápidamente los barrios”, enfatizó el alcalde.

Además, aseguró que las personas que se quejan de la falta del servicio es porque el barrio no se encuentra en la lista de los futuros por legalizar.

“Nuestra política no es que nuevos barrios se abran sin regularización, porque muchos esconden tráfico de tierras. Así que el mensaje es claro: quien ha sufrido este tema, iremos con ayuda; al sinvergüenza que juega con el sueño de la gente, no tendrá ningún apoyo”, concluyó el alcalde.

El gran inconveniente con estos vecindarios se genera porque toman agua desde cotas, bosques protegidos o conexiones clandestinas que jamás habían sido registradas por el Municipio. (I)