“Por cosas de la vida sucedió este lamentable accidente”, dice Bertha Álvarez, madre de Marcela, quien sufrió un choque a inicios de este mes en el centro de Riobamba. Como producto del siniestro de tránsito, en el que estuvo involucrado un auto y un vehículo de marca Porsche, la familia tiene una deuda de casi $ 30.000 que debe solventar.

En redes sociales se viralizó la iniciativa de una rifa que organiza una familia riobambeña para buscar los fondos y cubrir la deuda que dejó el choque. “Para nuestra mala suerte, fue con un vehículo de alta gama y ahora estamos en un gran problema”, dice la madre de familia.

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El accidente se dio el 2 de septiembre, un día después de que Marcela fue víctima de una estafa por el supuesto dueño de un establecimiento que le ofreció un puesto de trabajo y de paso le robó el celular.

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Ella ese jueves salió de su casa para dirigirse hacia la cafetería en donde supuestamente iba a trabajar. “El carro estaba en la casa. Yo había salido de la ciudad. Yo pensaba que ella ya se había olvidado de lo que le pasó, de que fue estafada y fue robada”, menciona Álvarez.

Su hija pasó los siguientes días en estado de shock y, de hecho, no asistió a rendir los exámenes finales del primer semestre de la universidad en Quito.

La madre de familia relata que Marcela necesitó ayuda de una psicóloga para poder salir del estado depresivo en el que se encontraba como producto de la estafa, el robo, el choque y el monto que ahora debía asumir su familia. Ella actualmente solo se dedica a estudiar.

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Un auto de modelo Aveo también estuvo involucrado en el siniestro de tránsito en Riobamba. Foto: Tomada de redes sociales

Por los casi $ 30.000 que implica la reparación el Porsche, Bertha emprendió una campaña para la venta de una rifa denominada “Ayúdame a pagar el Porsche”. La actividad se prevé realizar el 20 de noviembre.

Adicionalmente a la rifa, la madre de familia, quien se dedica a comercializar pollos, señala que se están organizando otras actividades por parte de familiares y amigos. Por ejemplo, el padre de Marcela prevé realizar un bingo, y amigos están vendiendo comidas los fines de semana.

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El auto de la familia, que también quedó con daños graves en la parte frontal y lateral, permanece en el domicilio.

Aún se desconoce si se invertirá para repararlo o se lo venderá para abonar en el monto que tienen que realizar al dueño del vehículo de alta gama.

“Con lo que recaudemos de la rifa y con lo de las actividades veremos si nos alcanza para algo; o, si no, tocará optar por sacar un crédito. La próxima semana sabremos si tendremos alguna modalidad de pago”, puntualiza Álvarez. (I)