Casi un 30 % del presupuesto familiar cada mes se destinaría a gastos de salud por la ineficiencia del sistema.
En 2023, el gasto total en salud fue de alrededor de $ 9.000 millones, de los cuales casi $ 5.700 millones fueron del sector público y alrededor de $ 3.000 millones del privado, según la Asociación Ecuatoriana de Distribuidores e Importadores de Productos Médicos (Asedim).
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Su directora, Cristina Murgueitio, señaló que se añade el denominado gasto de bolsillo, que es cualquier desembolso directo de los hogares, incluidas las gratificaciones y los pagos en especie a los profesionales de la salud y los proveedores de productos farmacéuticos, aparatos terapéuticos y otros bienes y servicios, cuya finalidad principal es contribuir a la restauración o mejora del estado de salud de las personas o grupos de población.
Forma parte del gasto privado en salud, indicó -citando como fuente al Banco Mundial- en un evento realizado este miércoles.
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A decir de ese gremio, el gasto de bolsillo de las familias ecuatorianas es aproximadamente el 28,1 %. Eso quiere decir, que los ecuatorianos sacan de su bolsillo para realizar pagos, en el momento de recibir atención médica, para servicios no cubiertos o parcialmente cubiertos por el seguro, incluyendo copagos, deducibles, medicamentos, transporte y otros costos, lo cual puede generar un riesgo financiero significativo y empobrecimiento.
Esto a pesar de que se paga impuestos y contribuciones al IESS, porque el sistema no está siendo lo suficiente eficiente.
A modo de ejemplo explicó el caso de una familia que gana el salario básico de $ 470. Un 28,1 % de ese monto sería $132 mensuales.
Fue parte de una exposición de esa asociación sobre las fallas en el sistema de salud.
La dirigente indicó que en el país, en los últimos cuatro años, se adjudicaron $ 194 millones a proveedores que no cumplían con la ley en dispositivos médicos.
Murgueitio señaló que los medicamentos y los dispositivos médicos no tienen una gran producción nacional, pues en medicamentos, es de aproximadamente un 30 %, y en insumos del 1 % y el 99 % son importados.
El gremio plantea que haya una estrategia de producción nacional con la participación del sector textil ecuatoriano que ya genera 158.000 empleos directos a través de especializarla.
Para ello, puntualizó, se requiere inversión en tecnología, capacitación en nuevos procesos de manufactura estéril y control de calidad, cumplir con las normas de calidad y políticas públicas que incentiven que se produzca y se compre internamente. (I)