El proyecto Cascabel, de cobre y oro, ubicado en la provincia de Imbabura, empezaría a producir minerales a finales de 2028. El desarrollo de la megamina es uno de los más esperados por la industria nacional.

La empresa concesionaria SolGold, a través de un comunicado, informó sobre la actualización de su proyecto insignia, que incluye la obtención de fondos para la perforación en Tandayama-America (TAM) y la preparación para el comienzo de las obras de construcción a largo plazo.

Según el comunicado, se estima que la primera producción programada comenzará en 2028, “posicionando a Cascabel como un activo de cobre fundamental para Ecuador y un contribuyente estratégico para la transición energética global”.

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En el cronograma se contempla que la construcción de la planta de procesamiento y una instalación de almacenamiento de relaves en concesión se completarán para el cuarto trimestre de 2028, lo que permitirá el procesamiento de mineral poco después.

De igual manera, los planes incluyen que dentro de los próximos 24 meses culminen las actividades para la reubicación de la comunidad de Santa Cecilia, así como los primeros trabajos en la infraestructura de superficie y el desarrollo del portal de Alpala y el sistema de declive, informó la empresa.

“Ahora estamos en modo de ejecución: tenemos un plan que prioriza el impulso, la gestión de riesgos y los rendimientos tempranos. Al acelerar las disminuciones de desarrollo, los relaves y la planta de proceso, y utilizando la infraestructura permitida dentro de la concesión, Cascabel ahora está firmemente en camino a la producción a fines de 2028, con suerte antes”, comentó Dan Vujcic, director ejecutivo de SolGold.

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El ejecutivo añadió que los avances permitirán “que la economía del proyecto” supere “las expectativas anteriores”.

Cascabel se localiza en la parroquia Lita y tiene una vida útil de 26 años, según información del Banco Central del Ecuador (BCE).

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Se estima que durante la etapa de operación las inversiones lleguen a $ 4.200 millones.

Este martes, 15 de julio, SolGold dio a conocer que firmó un acuerdo de financiación por $ 750 millones en fondos de avance de proyectos y para una proporción de fondos para el desarrollo de la mina a cambio de un porcentaje del oro producido en Cascabel.

El acuerdo consiste en flujo de oro sindicado con las compañías Franco-Nevada y Osisko Bermuda, que aportarán con el 70 % y el 30 % del financiamiento, respectivamente, según un comunicado de la minera.

SolGold recibirá un depósito inicial de $ 100 millones, dividido en tres tramos, que se destinarán a la reducción de riesgos, permisos y la finalización del paquete de financiamiento para el desarrollo y del estudio de factibilidad.

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Y un segundo desembolso será de $ 650 millones para financiar la construcción del proyecto.

Scott Caldwell, presidente y CEO de SolGold, destacó que “este acuerdo no solo asegura una parte significativa del capital requerido para financiar la construcción de Cascabel, sino que también valida el vasto potencial del proyecto”.

En tanto, Paul Brink, presidente y CEO de Franco-Nevada, expresó su entusiasmo por apoyar a SolGold: “Este acuerdo de flujo de oro se alinea con nuestra estrategia de invertir en activos de alta calidad con un potencial de crecimiento significativo”.

Por su parte, Jason Attew, presidente y CEO de Osisko Gold Royalties, resaltó que el proyecto tiene un potencial para convertirse en una mina “multigeneracional de clase mundial”, con una vida útil estimada de al menos 28 años “con numerosas vías para extensiones adicionales de la vida útil de la mina”.

El pasado 10 de julio, en un evento en Quito, María Amparo Albán, presidenta de SolGold Ecuador, mencionó que están cerca de empezar con los permisos para la construcción de la mina.

La compañía ha invertido, en promedio, $ 38 millones anuales en exploración, dijo e indicó que en la fase de producción se entregarán al Estado más de $ 6.700 millones en regalías. (I)