La máquina de coser ya la tiene en su casa que está rodeada de escuelas, en el sur de Guayaquil. María Cayambe, de 37 años, era una de las más emocionadas en la graduación de Mujeres Confeccionistas y es que con su certificado en mano decía que de ahí va “para adelante” porque tiene claro su siguiente paso: emprender en la confección y venta de uniformes escolares. Antes los compraba para vender y hasta los fiaba a las madres de su comunidad que no cuentan con recursos y ahora ella misma los fabricará.

También vendía accesorios y esta semana quedó certificada como confeccionista junto a treinta mujeres que participaron en este programa social de De Prati, que lleva adelante en alianza con Fundación Acción Solidaria y que en ocho años ha capacitado a 892 mujeres y de ellas el 85 % ha creado un emprendimiento, ya sea de forma individual o asociativa, que es el objetivo del programa.

La formación está encaminada en tres ejes: desarrollo personal, desarrollo del emprendimiento y la técnica de la confección no solo de ropa sino accesorios y productos para que al final de los diez meses de capacitación ellas puedan crear su microemprendimiento en sus comunidades y venderlos desde la comodidad de sus casas.

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El martes pasado se graduaron treinta mujeres en Guayaquil y la próxima semana lo harán otros grupos en Quito y en Manta, ciudades donde De Prati está presente con catorce tiendas. El programa se realiza cada año y el próximo incluirá a una cuarta ciudad que es Machala, pues ahí la marca abrirá un nuevo establecimiento en diciembre próximo y adonde la empresa va lleva este programa social.

De Prati llegará a Machala y tendrá nuevo centro comercial en vía a la costa como parte de su plan de inversiones de $ 100 millones en los próximos cinco años

Para la compañía, “este proyecto es nuestro emblema y nos llena de orgullo cada año. Nuestro programa es 100 % gratuito y busca la formación de mujeres emprendedoras para que continúen con un negocio y puedan sacar adelante a sus familias. Creemos firmemente que la educación y capacitación son herramientas claves para el desarrollo de las comunidades y, a través de nuestras mujeres confeccionistas, hacemos nuestra contribución”.

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La empresa apoya con la ambientación del lugar, la maquinaria y con charlas, con capacitación específica, cápsulas de temas de moda, redes sociales, charlas de ‘influencers’. El programa dura diez meses y está avalado por la Secretaría Técnica del Sistema Nacional de Cualificaciones Profesionales (Setec) y reconocido por el Ministerio del Trabajo.

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Estos son los cinco pasos a seguir para obtener un crédito de hasta $ 5.000 a 30 años y al 1 % para artesanos y emprendedores

El director de la Fundación Acción Solidaria, Víctor Paladines, les indicó que tienen la opción de un crédito directo para máquinas con un proveedor y que están por firmar un convenio con BanEcuador para que accedan a créditos productivos de esta banca pública para su emprendimiento. Otra iniciativa es que se desarrollarán ferias de emprendimiento para las beneficiarias del programa.

Bárbara Santamaría piensa generar sus propios ingresos: “Me he proyectado en crear una marca y ofrecer algo diferente”. Para Paola Muñoz, es un cambio del 100 %, “antes no sabía manejar maquinas industriales y ahora, gracias a esta oportunidad, realizo varios tipos de confecciones como mandiles, bolsos, faldas. Espero muy pronto poder tener mi propio taller”.

¿Cómo ingresar al programa de formación?

El contacto para ingresar al programa Mujeres Confeccionistas es a través de la Fundación Acción Solidaria, ubicada en La Garzota (Camilo Nevárez y Agustín Freire), o en sus redes sociales. Es un proceso de entrevista, muchas mujeres aplican y la fundación escoge a las mujeres que están más en condición de vulnerabilidad, se escoge a las que están más propensas a necesitar el programa.

No hay límite de edad y es totalmente gratuito. El próximo ciclo se realizará en el 2023. (I)