Tras un año de vigencia del acuerdo comercial entre Ecuador y China, el sector lácteo local ya cuenta, desde el 30 de abril, con la apertura comercial para poder llegar con sus productos a ese mercado, después de la firma del protocolo de exportación entre las dos naciones, que se gestó desde mediados del 2024.
La industria láctea nacional ha venido preparándose para los desafíos de ingresar a este mercado de más de 1.400 millones de habitantes. Verónica Chávez Man-Ging, directora ejecutiva del Centro de la Industria Láctea (CIL), asegura llevan varios años fortaleciendo sus procesos de calidad, trazabilidad y sostenibilidad, anticipándose a los estándares exigentes de mercados internacionales como el chino.
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Considera que la apertura de ese mercado representa una oportunidad histórica para el sector y adelanta que tras la aprobación del protocolo sanitario, los pasos inmediatos a seguir son desde el sector privado. Asegura que las industrias lácteas deberán trabajar con Agrocalidad para cumplir con el protocolo aprobado y realizar la homologación de plantas procesadoras ante las autoridades chinas.
En paralelo, con el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, y el apoyo de su Oficina Comercial en China, se deberá trabajar en alianzas comerciales, estudios de mercado y estrategias logísticas para garantizar una entrada competitiva y sostenida en ese destino.
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De acuerdo con la directora ejecutiva del CIL, los productos con mayor potencial de exportación inicial son los que tienen valor agregado, como las bebidas con proteína, bebidas lácteas, bebidas fermentadas, quesos maduros, productos con proteína de suero y mantequilla, debido a su mayor vida útil y demanda creciente en Asia.
“Estimamos que, si los procesos de homologación avanzan según lo previsto, las industrias lácteas puedan realizar sus primeras ventas en un plazo de 12 o 18 meses”, señala Chávez.
Revela que actualmente tres industrias lácteas ecuatorianas han manifestado interés en el mercado chino y cuentan con el nivel técnico, sanitario y logístico para iniciar un proceso de exportación a China. El número puede incrementarse conforme más plantas sean certificadas y se fortalezcan las cadenas de suministro.
Además, China se suma a otros mercados que Ecuador ha logrado abrir en estos últimos meses. El último fue el de El Salvador, adonde se logró, en abril pasado, el acceso sanitario para leche fluida UHT. Mientras que el mercado chileno se abrió desde el 22 de octubre del año pasado para productos lácteos de bovinos, ovinos y caprinos destinados al consumo humano.
El sector lechero en cifras
Según cifras del 2023, en Ecuador se producía un promedio diario de 5,5 millones de litros de leche. La cifra representaba el 3 % menos que la producción del 2022.
Los datos son del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), entidad según la cual el 76,6 % de la leche se vendía en líquido, el 13,7 % es procesada en terrenos y el 9,7 % se consume en las fincas.
De acuerdo con el INEC, a esa fecha en el país existían 815.065 vacas en producción, mientras que según la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), para el 2024, en el territorio nacional existían 1′069.603 vacas lecheras.
Según datos del CIL, las principales provincias productoras de leche son Pichincha, Santo Domingo, Cotopaxi, Manabí y Carchi, que en conjunto representan más del 60 % de la producción total.
Para el 2024, esta actividad generó 502.008 empleos directos y dependieron de este rubro 305.000 productores a nivel nacional. Sin embargo, según cifras del Ministerio de Producción, existirían 280.000 productores de leche a nivel nacional, 1.159 empresas industriales con ventas que superaron los $ 1.123 millones en 2023. Además, la cartera de Estado asegura que la cadena productiva láctea representa el 6,4 % del producto interno bruto (PIB) agropecuario.
Los desafíos del mercado chino
El mercado chino no es fácil y existen desafíos para la industrial local. Según Chávez, uno de los principales retos previstos es la adaptación de los procesos de inocuidad y etiquetado a las exigencias del mercado chino, que incluye requisitos muy específicos en materia de idioma, información nutricional y certificados sanitarios.
Adicionalmente, la logística de transporte y cadena de frío hasta el continente asiático representa un desafío operativo que requiere inversiones y coordinación con operadores logísticos internacionales, según advierte la titular del CIL. (I)