En una reunión con amigos, Laura Serrano se enteró de la tasa de interés de 8,5 % que daba una cooperativa a los depósitos a plazo fijo. Cuenta que hasta ese momento solo se había manejado con bancos, pero que el rédito nunca pasaba del 5 %. Por eso, se animó a acudir a la cooperativa, abrió una cuenta de ahorros y casi de inmediato firmó una póliza a plazo fijo por un año.