El 1 de mayo pasado Ecuador y China llegaron al primer año de vigencia de su acuerdo comercial, con resultados contrarios a las proyecciones preliminares que se daban antes de la suscripción del tratado: además de prever resultados positivos a largo plazo hasta el 2035, cuando se complete el calendario gradual de desgravación, también se esperaba un buen balance en estos primeros doce meses.