Carlos Rabascall fue candidato a la vicepresidencia de la República, en binomio con Andrés Arauz, en los comicios del 2021, en representación del correísmo, que armó la alianza de movimientos políticos y sociales llamada Unión por la Esperanza (UNES). Tras esa participación, Rabascall dice estar preparándose para una postulación presidencial para el 2025, que podría ser con el auspicio de esa tendencia a la que dice ser afín, aunque no está afiliado al movimiento Revolución Ciudadana, fundado por Rafael Correa. Y esa fecha la destaca él enfáticamente para que no se crea que le interesa ser aspirante de adelantarse los comicios para los próximos meses, en caso de que prosperen los anuncios de muerte cruzada del régimen si la Corte Constitucional da paso al juicio político que se ha planteado desde la oposición, principalmente del sector que lidera Correa, a quien describe como su “amigo personal”.

¿A qué se ha dedicado usted desde que terminó la campaña del 2021?

Soy ingeniero comercial, ejerzo mi profesión, tengo mi empresa de consultoría donde trabajamos temas de análisis de impacto sectorial y de políticas públicas, básicamente nuestros clientes son gremios; y tengo una fundación que he constituido que se llama Equidad y Desarrollo, que está orientada a la formulación de políticas públicas en economía social y solidaria. Y comparto esos dos espacios con la política, no soy político partidista porque no estoy afiliado a ningún partido, cuando participé en la campaña del 2021 como candidato a la vicepresidencia lo hice como parte de una alianza de grupos sociales porque no soy afiliado a la Revolución Ciudadana, ni a lo que era Alianza PAIS. Seguí siendo cercano, pero he hecho presencia política desde la opinión. Ahora estoy visitando territorios para tener contacto con líderes de organizaciones sociales para tener el feedback de lo que ellos piensan sobre el país, e insumos de cómo debe salir adelante.

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No se afilió la la RC, pero usted es correísta.

Creo que es un gran pecado querer resumir todo a blanco y negro, creo que existe una organización política que se llama Revolución Ciudadana, que agrupa a distintas organizaciones y movimientos sociales, y ciudadanos que no tienen afiliación. Yo respondo a una tendencia: la progresista. Soy amigo personal de Rafael Correa, y eso todo el país lo conoce, nos conocemos desde niños, barrio, escuela, colegio, universidad. No soy de aquellos que le asignan nombre propio de persona a una tendencia.

Desde el correísmo al que usted es cercano, junto con otros sectores de oposición, se ha presentado un pedido de juicio político al presidente. Entre errores y correcciones, ¿cree que las causales invocadas tienen un sustento sólido?

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Creo que ha habido errores, eso no se puede ocultar, y errores de bulto, además que creo que le quitan el peso de la credibilidad a la solicitud. Sin embargo, creo que el país está cometiendo un pecado garrafal, y está confundiendo dos cosas: una cosa es el juicio político, que no tiene nada que ver con los temas de carácter judicial, legal. La Constitución establece las diferencias. No necesariamente un mandatario que va a un juicio político, por más que se lo declare culpable, es responsable en temas legales. Respondiendo a esa responsabilidad política que puede tener Lasso, yo diría que sí hay causales. ¿Por qué? El país ha escuchado los audios que se han hecho conocer a través de La Posta que le han movido el piso en temas de estabilidad al Gobierno y al país: posibles hechos de corrupción y posibles nexos con la mafia albanesa. El presidente Lasso firmó un Código de Ética el 24 de mayo de 2021. ¿Lo ha cumplido? No, según los audios. Los informes de la Policía respecto al caso León de Troya son muy claros, dicen que el presidente tenía conocimiento de esa investigación y que lo mandó a archivar, hoy la fiscal lo ha reabierto. Si Lasso conocía esto y realmente no mandó a archivar, ahí hay una transgresión porque no se siguió investigando. Y si los señores Carrera y Cherres eran investigados, ¿por qué el presidente ni impidió que el señor Cherres siga manteniendo un tráfico de influencias al interior del Gobierno? Se habla de puestos de ministros, de contratos... Eso hace pensar en el elemento corrupción. En el tema de la mafia albanesa, el señor Cherres fue interceptado en Manta con un representante de ese grupo.

Las causales específicas son supuesto peculado y concusión. Se presentan una serie de relatos de hechos y documentos y transcripciones de audios, que no necesariamente alcanzan a Lasso.

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A ver, qué dice el decreto, lo nombra al señor Hernán Luque en la EMCO, le da todos los poderes, luego se detectan las irregularidades, se le permite renunciar, no se le pide informe; cuando el señor Luis Verdesoto, secretario Anticorrupción, emite su informe sobre las empresas públicas, ¿qué le dice Lasso? Me has traicionado. Entonces, sí hay elementos. Ahora, toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. El juicio político per se no es una asignación de culpabilidad al presidente. Primero porque no se ha dado el juicio, y segundo, porque por más herramienta constitucional que sea, el juicio político necesita el dictamen de la Corte Constitucional. Si queremos ser respetuosos de la institucionalidad del país, hay que esperar ese dictamen, y la Corte será la que decida si la solicitud está bien sustentada. El resto es especular. Si vemos el juicio desde el punto de vista de oposición o de odios, vamos a dañar la institucionalidad y las figuras democráticas.

¿Pero no es lo que ya está pasando? ¿No están actuando por odios los sectores de oposición?

No. El problema es que todo esto está muy mediatizado, las personas caen en el ruido, pero lo que hay que esperar es lo que diga la Corte. Que puede decir que no se admite y ahí termina todo. O puede decir que da admisibilidad. Y aunque lo haga, no necesariamente el señor Lasso estaría juzgado, pues se necesitan 92 votos. No caigamos en la especulación.

En caso de que la Corte califique el juicio, en el Gobierno ya se ha analizado la posibilidad de una muerte cruzada. ¿Qué piensa de ese escenario?

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También es una figura constitucional.

En ambos casos se generaría mucha inestabilidad política.

Una cosa son las figuras constitucionales, que no se pueden cuestionar, y otra los efectos que puede haber por usarlas. Usted me habla de inestabilidad, pero ya tenemos dos años viviéndola. No hay recursos para seguridad, para la educación, la salud, no hay reactivación económica, empleo, la corrupción...

El binomio correísta conformado por Andrés Arauz y Carlos Rabascall quedó en segundo lugar en el balotaje del 2021. Foto de Archivo

Pero el Gobierno se queja de que justamente no hay colaboración de la oposición en la Asamblea para implementar su plan de gobierno. Le han bloqueado, por ejemplo, iniciativas como la Ley de Inversiones.

El Gobierno ha presentado dos iniciativas que han sido importantes para ellos y ambas se aprobaron: la reforma tributaria y las reformas de seguridad. Además, para gobernar no todo tiene que pasar por la Asamblea. ¿Qué tiene que ver la Asamblea con la decisión política del Gobierno de asignar recursos para la educación y la salud? ¿Para mejorar el Registro Civil? ¿El mantenimiento de las vías? No se puede decir que la Asamblea lo ha bloqueado. Creo que el propio presidente se autobloqueó por falta de experiencia política, tres campañas electorales y no ha tenido equipo, ni hoja de ruta... En el paro del año pasado se sentó a hablar con un sector de la población cuando debió hacerlo con todos los sectores productivos y sacar adelante al país, no lo hizo y perdió la oportunidad. Debió plantear ejes que pudieron generar acuerdos de país, no ideológicos: seguridad, educación y salud pública, desarrollos locales, lucha contra la corrupción, reforma política...

Si le damos credibilidad a los audios de Rubén Cherres que filtró La Posta, podríamos también dársela a los de Leonardo Cortázar, procesado por narcotráfico y señalado por supuestos nexos con la mafia albanesa, que fueron presentados por Fernando Villavicencio, en los que dice que apoyó la campaña del binomio Arauz-Rabascall con aportes en especie.

Los audios contra el Gobierno son contundentes, sale la voz de Cherres, de Carrera, a tal punto que el propio presidente ha desalojado Carondelet y cambió a los funcionarios más importantes; le ha costado el puesto a algunos ministros y la Fiscalía abrió una indagación previa. Usted me menciona un audio del señor Cortázar en el que ha dicho que ha colaborado en especie.

Que abrió centrales, que regaló pruebas y juguetes...

Todos los sectores sociales cuando quieren apoyar a un candidato ponen una central. Pero eso no está articulado con la estructura central de un movimiento porque son voluntarios.

Pero el Código de la Democracia dice que todos esos aportes en especie deben ser declarados.

Pero cuando los recibe el movimiento. Si usted es el movimiento y le entrego a usted las mascarillas o en común acuerdo hacemos las brigadas médicas, eso es otra cosa, ahí sí existe la obligación. Pero si hago una caravana y un compañero suyo usa su carro, ¿cómo se registra eso? El señor Cortázar también ha dicho que entregó $ 1,5 millones a la campaña de Lasso. Y lo dice con cantidad. Pero eso hay que probarlo. Que se investigue todo y a todos los que haya que investigar.

¿Quién financió su campaña entonces?

Diferentes aportantes, y eso se entregó al Consejo Nacional Electoral.

¿Usted será candidato del correísmo si se adelantan las elecciones?

No necesariamente, puedo ser yo u otra persona. Pero no nos adelantemos a los hechos. Yo no he negado que estoy construyendo mi candidatura, pero para el 2025, no antes.

¿Y quién podría ser entonces el candidato?

No tengo una bolita de cristal... Por respeto no puedo entrar al campo de la especulación.

¿Podría volver a ser Arauz?

Andrés está afiliado a la Revolución Ciudadana. Está activo y tiene todo el derecho. No puedo dar otros nombres porque no los conozco, todos deben pasar por los procesos internos del movimiento.

En los últimos comicios se dio lo que algunos analistas calificaron como un “resurgir” del correísmo. ¿A qué se debe esto?

Creo que a darle una lectura adecuada. Sí genero sorpresa y creo que fue hasta más allá de las expectativas del movimiento. Se ganó en Guayaquil y Guayas, históricamente dejar de lado al PSC con más de 30 años de hegemonía es un triunfo importante, y la política es de símbolos. Se ganó la Prefectura de Azuay, en Pichincha se mantuvo la Prefectura y se ganó la Alcaldía de Quito, una plaza tremendamente complicada, algo que no ocurrió ni cuando Correa era presidente; y se retuvo la prefectura de Manabí. Es decir, RC ganó en las provincias más grandes. Pero las seccionales son distintas a las presidenciales por una sencilla razón: son elecciones de una sola vuelta, la dispersión en la papeleta te favorece porque tienes un voto duro; en las presidenciales es de dos vueltas y la dispersión no tiene el mismo efecto. En este momento, más allá de hablar de la posibilidad de ganar elecciones hay que hablar de las posibilidades reales de crear una coalición progresista que permita, a través de acuerdos programáticos serios y profundos, ganar las elecciones y recuperar el país de esta crisis.

Y esta coalición requiere un representante que vaya en la papeleta. Podría ser usted.

O Juan Pérez. El país vive una crisis tan grande que debemos dejar de lado los intereses políticos. Y esa coalición podría incluir a otras organizaciones políticas que no sean de la tendencia.

¿O podría ser Correa si logra volver?

Correa está siguiendo un proceso en instancias internacionales que tiene que ver con la sentencia de “influjo psíquico” (caso Sobornos) y tiene que resolverse. Yo me he tomado la molestia de hablar con algunos juristas internacionales que dicen que ese fallo no resiste la técnica jurídica. Ahora, supongamos que las cortes internacionales fallen a favor de él, pero deben regresar al país y eso toma tiempo. Si eso se resuelve, por supuesto que podría estar en el 2025 y hasta ser candidato. Pero son especulaciones.

¿Y no es posible que Lasso rectifique y se logre esa coalición?

Siempre hay espacio para rectificar, el tema es que él quiera construir ese espacio y que demuestre que quiere llegar a ese acuerdo. Ojalá que reflexione.

Aquiles Álvarez ha dicho que no está de acuerdo, que la inestabilidad no le conviene al país; pareciera que respalda a Lasso.

La declaración del alcalde electo se ha sacado de contexto. Una cosa es la herramienta constitucional del juicio político que debe ser validado por la Corte Constitucional y otra es un eventual paro. No estamos ya para volver a tener los muertos, los heridos y las pérdidas económicas en medio de la inseguridad. No he hablado con él sobre esto, pero es obvio que fue así.

Hay voces que ya lo comparan con Lenín Moreno y le dicen traidor...

Aquiles ni siquiera se ha posesionado. Dejemos que desarrolle su gestión. (I)